Soy más urbanita que un semáforo, pero hace tiempo que sueño con mi retiro. No al campo exactamente. Rapa Nui 🙃. Una isla. 7000 personas.
Quizá lo consiga algún día.
En cualquier caso, no tener coche y una cierta aversión a los bichos pueden ser mis mayores puntos de fricción, pero creo que a estas alturas me puede todo lo demás.
Hola! Síiii, ya sé que vivir en Rapa Nui es tu sueño, fue algo que me llamó mucho la atención cuando leí tu bio. 😊 A mí es una isla me gustaría definitivamente visitar, porque me causa una curiosidad importante, y porque soy yo muy de islas. Y debe de ser preciosa. Además que me interesa mucho su historia, esa posible historia antigua no reconocida por la Historia oficial...
Lo de la aversión a los bichos ya te digo que se te puede pasar con el tiempo y la exposición. Y lo del coche... pues tienes tiempo para prepararte en ese sentido. O si no, en bici se llega casi a todas partes, si tienes tiempo y buenas piernas. 😄
Me ha hecho gracia lo de que eres más urbanita que un semáforo, jaja! Allí en la isla de Pascua imagino que podrías/podrás vivir en un pueblito, con las ventajas de estar rodeado de gente, pero también con la ventaja de tener la naturaleza bien a mano. Lo que desconozco es qué nivel de acceso a servicios modernos habrá allí... seguro que tú lo sabes mejor.
En fin, espero que ese sea un sueño que puedas materializar! Y si te apetece narrarlo cuando lo hagas realidad, me encantará leerte. 😊
Interesante destino. Siempre me llamaron la atención los "Moai", esas estatuas que según "expertos" se levantaron con poleas y fueron transportadas en barquitas.
Los insectos suelen triplicar su tamaño por esos lares, así que en ese aspecto lo tienes complicado.
Gracias, Clara. Me ha encantado; incluso he podido sentir cierta relajación leyendo tus descripciones.
Me parece una carta muy pertinente, ya que la mayoría de gente que menciona el campo lo hace para ensalzarlo o criticarlo. Sin embargo, en tu caso describes tu experiencia, mencionando las ventajas pero también la parte menos romántica, la cual es crucial conocer para que alguien pueda tomar una decisión al respecto.
En mi caso, vivo en una zona con algo de tranquilidad, aunque no en el campo. Me encantaría una zona más aislada, o directamente una isla desierta. Pero lo que de verdad me molaría es mudarme a Neptuno.
Jaja! 😆😆 Pues dicen que se está muy bien en ésta época del año… Lo único es el precio del hidrógeno líquido, que está por las nubes. 😉
Gracias a ti, por pasarte a comentar, Javier. Me alegra mucho que te haya gustado el texto. Y gracias por mencionar cómo te han hecho sentir las descripciones, porque estoy pensando en incluir en mis cartas más párrafos o introducciones así medio poéticas. A mí me gustan, y parece que a vosotros también os llegan. 😌
Y si vives en una zona tranquila, pues casi que ya tienes lo más importante, no? Las islas desiertas las carga el diablo, mira cómo acabaron los de Lost… jeje.
Me ha gustado la carta mucho, como es habitual. Lo primero que te quiero decir es que has dicho de levantarte a las 5 y es pa matarte. Ojala pudiera yo dormir hasta las 7.30 todos los días, por desgracia entre el curro, los animales y los vecinos pues es imposible...
Evidentemente muchas veces tenemos lo que llamo el sesgo del turista. Lo típico de que visitas un sitio una semana y dirías "pues aquí no se tiene que vivir mal" sin tener en cuenta que lo mismo has ido en una época de tiempos suaves, has ido a tocarte las narices, no tienes que trabajar, no tienes que lidiar con las cosas del día a día. A veces me ha pasado en Hungría, lugar que visito con mi pareja, que es de allí, entre abril y finales de octubre es un sitio muy bonito, verde, fresco, llueve con frecuencia y excepto varias ciudades mas grandes suelen ser aldeas y poblaciones pequeñas junto a campos de cultivos y bosques. Incluso nos planteamos comprar algo allí pero claro, luego los inviernos son muy tristes, los salarios bajos, los precios altos y bueno, el pequeñito problema de un gobierno de ultraderecha...
Pero en general creo que las ventajas que citas de vivir en el campo estoy de acuerdo con ellas y las apreciaría (sobre todo el silencio, ay dios...) y bueno, las desventajas pues algunas mas y otras menos. Sobre los insectos pues en general me gustan (a mi novia no tanto) y desde luego preferiría una araña, un abejorro o un grillo a tener cucarachas en el cuarto de baño como hace unos días. Pero como efectivamente dices, los problemas de averías se magnifican y el trabajo escasea... y creo que este último factor es casi que el más relevante.
Y si, hay sitios intermedios, el lugar al que me gustaría ir a vivir en el campo es un pueblo pequeño pero que tiene servicios básicos mas o menos cercanos. Un pequeño super, una escuela (porque con niña hay que tener en cuenta mas cosas) un pequeño centro de salud, etc ojalá cumpla ese sueño, de momento a tragar ciudad turística.
¡Hola! Me alegra mucho que te haya gustado esta carta, tú eres una de las personas que tenía en mente mientras la escribí. 😊
Ojalá puedas cumplir ese sueño! No pinta nada mal esa opción intermedia, en un pueblecito pequeño. Por qué región te gustaría vivir más o menos?
Me ha hecho gracia lo del “pequeño problemita del gobierno de ultraderecha” en Hungría… 😬 Pero sí, suena a país precioso, al menos en lo que respecta a paisajes.
A mi compañero y a mí también nos gustaría irnos algún día a un lugar más verde, porque el calor y la sequía perpetua de aquí hacen casi imposible el nivel de autosuficiencia alimentaria que nos gustaría tener. Pero bueno, de momento es imposible un traslado, así que lo dejamos en deseo/sueño.
Lo que comentas de los madrugones, es que no es lo mismo cuando vives en el campo. Aquí es mucho más fácil amoldarse a los ciclos del Sol, de hecho es lo más fácil. Acostarse (y dormirse) temprano es un requisito indispensable para levantarse pronto, y es casi imposible lograrlo cuando estás rodeado de toda una ciudad aún despierta. Además, no olvidemos que yo no tengo hijos a los que atender…
Y sobre los bichos… bueno, en realidad es que no era en arañas ni en grillos en lo que pensaba cuando escribí esa parte de la carta, aunque mis buenos sustos me he llevado con ellos también. Me refería más bien a alacranes, escolopendras (si no sabes lo que son, mejor ni lo mires) y avispas de toda clase. Te reconozco que odio las cucarachas, pero después de haber tenido varios encuentros nocturnos en la cama con bichos realmente peligrosos, ahora creo que vería a las “cukis” con otros ojos. 😅😅
En fin, cambiemos de tema... 😅😅
Gracias por pasarte a dejar tu opinión, lo agradezco mucho, sea cuando sea. 🙏🏻 Otro abrazo grande para ti!
¿En que zona vives tu? Es que automáticamente me imaginaba un espacio verde pero media España es un secarral…
Lo de dormir con el sol suena bien, aun asi ahora te tienes que acostar cerca de las 10 pero puede ser un descanso suficiente especialmente si estas acostumbrada ya a esas horas y no es forzado. Y, hablando de bichos, justo ayer tenia una cucaracha en la pared de mi cama y hoy me ha picado una avispa oriental, te dije que me gustaban los bichos pero ahora mismo les pegaría fuego a todos :P Las escolopendras si las conozco, las he visto moviendo el monton de estiercol y levantando algunas piedras, se que su picadura es dolorosa y desde luego no me gustaria encontrarme una en la cama, casi mejor la cucaracha que solo es asco y no veneno xD
La zona a la que me quiero ir es el Valle del Genal, a una hora escasa de donde vivo ahora, es un sitio muy bonito de pueblos pequeños que se están despoblando de nativos y que esta siendo invadido por guiris, cada día que pasa me va a costar mas caro comprarme algo allí…
Oye, pues es muy bonito el Valle del Genal. He mirado algunas fotos y me parece una zona preciosa. Y verde! Y con agua! Lo que tiene pinta de ser más complicado por ahí, es el tema trabajo. Que es lo que tú sueles mencionar que te tira para atrás. 🫤 Ahí sería trabajar online de algo, o hacer algún trabajo por los pueblos de la zona.
Nunca va a dejar de sorprenderme que zonas más al sur que aquí estén mucho más verdes... pero claro, es que aquí está la desertificación por la sobreexplotación inmobiliaria. Vivo en la provincia de Alicante, no lejos del "Mordor alicantino" (Benidorm), en una zona boscosa protegida muy agradable (salvo en verano... 😅).
Pero en los alrededores está todo semidesértico, con matorral bajo que a duras penas sobrevive de año en año, y algunos pinos aislados.
Nosotros nos planteamos marcharnos algún día al norte de la península, o tal vez al prepirineo catalán, pero de momento las circunstancias de ambos no nos lo permiten. 🤷🏻♀️
Y sobre los bichos, pues mira, yo justo esta mañana he mandado al plano no físico de la existencia a una pequeña escolopendra que se paseaba tranquilamente por el salón a las 5 de la mañana... 😌
Normalmente intento echar de la casa vivos a los animales cuya compañía no es deseada, pero hay algunos que son imposibles de cazar.
En fin, ojalá podamos algún día cumplir esos sueños nuestros de trasladarnos a zonas más bonitas o amables. Que así sea. 🙌🏻
Todavía sueño con mis días de regreso al campo, mis padres viven en el y mucha de mi familia. Ahora yo vivo en la ciudad. Afortunadamente es una ciudad amable. Gracias por compartir con tanta honestidad tus pros y contras.
Yo también anhelo vivir en una casa donde las plantas entren libremente y mis mascotas tengan su lugar. Las montañas me llaman, pero también el mar. Creo que, con el señor Y, algún día lo lograremos.
Un pequeño tip sobre las alarmas: a mí también me molestaba muchísimo el sonido. Pero descubrí que puedo despertarme solo con la vibración. Suena raro, lo sé, pero funciona. Si colocas el teléfono sobre una superficie de madera o cerámica, la vibración se amplifica y se vuelve suficiente para despertarte suavemente.
Gracias, Luisa. Sí, lo de la vibración del móvil ya lo intenté un tiempo, pero no me funcionaba porque mi móvil vibra muy fuerte… 😅 Así que lo que hice fue modificar el volumen de una canción que me gusta con un programa de edición de audio (el Audacity, por si te interesa), y lo puse a un mínimo casi inaudible para el oído humano. Yo, como tengo oído de gato, pues aún así lo oigo y lo tengo que meter debajo de la almohada. 😸
Ojalá puedas cumplir ese deseo de regresar algún día al campo o cerca del mar, ya sea con tu señor Y., o con tus mascotas. O ambas cosas! 😊
El otro día pensé en ti porque vi un pequeño documental sobre la gente Ainu en Hokkaido, sus orígenes genéticos, su cultura, y cómo han sido tratados por el Estado japonés en los últimos siglos. Un tema muy interesante.
Hola Clara. Ese tip está interesante, gracias. Lo intentaré hacer.
Cruzó los dedos para que ese sueño se cumpla pronto.
Que lindo saber que me pensaste. Me da mucha alegría. Ese es un tema bastante complicado por aquí, pues fue prácticamente un exterminio. Sin embargo algunos investigadores y familia de estas pocas personas que quedaron o tienen sus genes están intentando conservar la cultura y tradiciones para adaptarse al medio.
Intuía los contras, Clara. Pero déjame que te cuente algo:
➡️En Málaga vivo en una planta 11, con 4 viviendas por planta. Pensé que era normal escuchar hasta el peo que tira mi vecino del bloque de al lado o si mi vecina del B está resfriada. 😢
➡️Al llegar a Lisboa, oh casualidad, encontramos un 5º piso en un bloque de 11 plantas. Aquí no se oyen ni las moscas. Ruidos muy esporádicos de música y es cierto que hay un poco de tráfico, pero si cierro las ventanas no oigo NADA. Tengo chimenea de gas😉 , y tengo que investigar cómo llegar a una maraña espesa de árboles que veo desde mi ventana.
➡️En mi piso de Málaga, hace unos años un vencejo se coló por la ventana de mi salón; la semana pasada me desperté y había una libélula en mi habitación, un escarabajo de estos peloteros entró por la cocina y los abejorros entran y salen como si estuvieran por medio del campo. Ah, y lo de las cukis y mosquitos... pues eso.🤢
➡️En Lisboa ahora mismo no he tenido incursiones de bichos varios, pero quién sabe. Con esto quiero decir que te compro todas las desventajas de vivir en la naturaleza porque en Málaga tenía todas las desventajas de la ciudad pero también las del campo. Incluido tema desplazamiento porque está ya colapsada - más aún en verano - que llegar a algunos sitios, como mi playa favorita, es ya imposible.
Creo que aún viviendo en una gran ciudad, con sus desventajas, estoy considerando esto como un paso intermedio entre una ciudad masificada y una vida más tranquila, algún día, en la naturaleza. Porque lo cierto es que hay lugares que se están haciendo inhabitables
Como siempre, me enrollo como una persiana😢. ¡Gracias, Clara!
Hola Laura! Pues lo que cuentas suena definitivamente como una mejoría… y no sabes cuánto me alegro! Vivir con las desventajas típicas de una ciudad y además algunas de las del campo, no tiene que ser divertido…
Qué pena lo que cuentas de Málaga. 🫤 Creo que ese deterioro por la masificación lo están viviendo muchas ciudades que son bonitas, como Málaga, pero que van perdiendo en magia y calidad de vida para sus habitantes.
Así que me alegro de que en Lisboa te estés encontrando bien, por más que tengo entendido que también es una de esas ciudades preciosas que están un poco masificadas. No lo sé, porque yo aún no he tenido ocasión de visitarla. Ojalá nos compartas fotitos, si te nace. 😊
Gracias siempre por leerme, Laura. Que estés muy bien en tu nueva ciudad!
Reconozco que te he empezado a leer desde el móvil y me he dicho: "espera", y me he venido al ordenador a leerte "bien", café en mano y disfrutando hasta de la maravillosa ilustración de la rana.
Qué maravilla leerte, como sabes soy una de esas personas que fantasea con la idea de alejarse de la ciudad cada día, pero siempre tengo dudas porque, a la vez, soy un culo inquieto, así que gracias por esta guía práctica sacada de tu experiencia, porque es maravilloso vivirlo a través de ti, sin idealizarlo, simplemente exponiendo lo que hay.
Me ha sorprendido eso de cómo, incluso viviendo en plena naturaleza, uno tiene que poner intención para conectar con ella, y cómo esos pequeños sacrificios del día a día no restan valor a las grandes ventajas de ese estilo de vida.
Gracias por compartirlo, me parece tremendamente útil para abrir una ventana a la realidad diaria de vivir en el campo para cualquier persona que quiera comprender mejor cómo se puede vivir con más consciencia, menos ruido y mayor conexión con lo esencial, pero sabiendo lo que supone sin idealizarlo.
En mi caso, las dudas vienen porque soy cero urbanita y una parte de mí busca siempre esa paz y esa conexión diaria con la naturaleza (sobre todo con el mar), pero por otro lado soy un culo inquieto que no puede parar de hacer cosas de las que me llenan, y cuando he vivido "lejos" de la ciudad (a 40 min en coche) he terminado sintiéndome algo cansada de tanto coche. Creo que mi vida ideal sería ir rotando entre dos zonas, pasar los veranos en Asturias y los inviernos en el sur o en algún lugar como Bali, en zonas alejadas de grandes urbes pero cerca de pueblos grandes bien conectados para poder viajar, ir a exposiciones, conocer gente nueva, etc.
Eso sí, cómo lograr ese equilibrio sin ser millonaria es algo que todavía tengo que descubrir jajajaja
Jaja! 😂 Yaaa... bueno, no me cabe duda de que tú, con la energía, el talento y la autoconsciencia que tienes, seguro que encontrarás la manera de juntar todas esas piezas del puzzle y construirte una forma de vida que te encaje a la perfección.
La fórmula Asturias en verano + pueblito mediano en el Sur (así, en amplio) en invierno te puede ir genial. Lo único es que las gallinas de tu casa en Asturias te las tendrá que cuidar alguna vecina amable, o tal vez la IA... 😂😂
Me alegra no sabes cuánto que mi carta te haya resultado útil para ver, tal vez, perspectivas que no te habías planteado sobre vivir en el campo. Con eso me doy por satisfecha. Y si además te ha gustado la ilustración de la rana, pues ya no puedo pedir más. 😉
Gracias por leerme con tiempo y cariño, Cristina. Y por tomarte también el tiempo de darme tu opinión y compartir tus sueños. Desde aquí te mando un deseo genuino de que todos ellos se cumplan. ✨🙌🏻✨
Jajaja me he reído (mucho) con lo de las gallinas y la IA, y luego me las he imaginado en el tren viniéndose conmigo en el cambio de temporada 😂😂😂
Pero la verdad es que esa fórmula - sin hijos, claro, que esa es otra gran variable, o gran melón mejor dicho, de la ecuación - suena muy pero que muy bien. Muchísimas gracias por ese deseo tan bonito y por tus palabras, ojalá sea así ❤️
Desde aquí también te mando mi deseo: que sigas inspirando y sembrando perspectiva en quienes te leemos! Estoy segura de ello!
Qué bonito leerte, Clara. Gracias por compartir tu sentir, tu experiencia y por mostrarnos ambas partes de la realidad de vivir en la Naturaleza. Con mayúscula; me encanta.
Me crié en el campo, no muy lejos de un núcleo urbano, pero sí lo suficientemente como para pasarme el día trepando árboles, observando insectos y descubriendo paisajes increíbles. Todo esto bajo la atenta mirada de mis queridas montañas.
Nunca he experimentado vivir en la Naturaleza apartada de todo, pero es algo que estoy considerando y que seguro mi sistema nervioso agradece.
Lo que me gusta de vivir en la Naturaleza es -o yo al menos lo percibo así- que tengo más capacidad de elección. Puede sonar contradictorio pues las ciudades se caracterizan precisamente por eso, por tener multitud de cosas que ofrecer, pero yo lo siento de algún modo impuesto, como si estuviera obligada a ser bombardeada, constantemente, por estímulos. Y a ir muy rápido.
También me gusta, adoro más bien, que todo es natural (pun intended), pues como leí en una ocasión, en la naturaleza no hay nada artificial. Y lo dice alguien que adora la arquitectura y el arte, pero muchas veces la ciudad me hace sentir como en una piscina de cemento, con algunos grabados bonitos si tienes suerte y el feísmo no lo ha arruinado todo. La practicidad y la híper producción parecen ir reñidas, en mi opinión, con lo estético, construyendo cada vez más cemento sin alma.
Otra cosa que me encanta de la Naturaleza, un punto en contra para muchos, son los bichos (aunque mis reacciones alérgicas sean considerables).
En general la Naturaleza me invita a observar e incluso a apreciar más la ciudad cuando decido ir. El no estar inmersa en una vorágine de estímulos y prisas me hace vivir más conectada a los ritmos (también propios).
Y con todo esto soy consciente también de los puntos menos favorables, como el tener el hospital lejos o un mercado laboral más complejo, entre otras cosas.
Lo importante, creo yo, es elegir de forma consciente, escuchándote. Y que cuando eso no sea posible, seamos capaces de encontrar espacios y momentos que nos proporcionen lo que anhelamos: tener plantas en casa si lo tuyo es la Naturaleza pero esta etapa de tu vida te pide estar en la ciudad, o ir al teatro todas las semanas si vives en el campo y echas de menos el bullicio de las grandes urbes.
Exactamente Diana, también son viables y pueden llegar a ser muy felices las opciones intermedias, los sustitutos temporales, y los apaños "mientras tanto". Al final, creo que más que aspirar a un ideal de Instagram, lo más importante es escuchar cuáles son tus necesidades específicas, e intentar encontrar una manera de respetarlas todas, aunque para ello tengas que hacer concesiones o postergar el ideal. Además, las necesidades van cambiando a lo largo del tiempo, así que creo que es más realista ir fluyendo con ellas que aferrarse a un esquema rígido de cómo debería ser tu vida, sólo porque en determinado momento la soñaste perfecta. (Hablo de "tú" en segunda persona, pero me refiero a en general).
Me alegra mucho que te haya resonado esta carta. Y entiendo perfectamente a qué te refieres con lo de la falta de opciones en la ciudad, porque en los entornos urbanos no puedes escapar de la sobreestimulación, o no del todo. En la ciudad, te toca lidiar con estímulos quieras o no. En cambio, en la Naturaleza puedes elegir. Si quieres más estímulos, te pones la radio, o una película, o lees un libro, u organizas una fiesta en casa con los vecinos. 😄 Y, a las malas, te escapas a un pueblo o ciudad cercana a ver alguna exposición, o al cine, o lo que sea.
Pero en la ciudad no puedes escoger. Es como el calor y el frío. Cuando hace frío te puedes poner más capas de ropa, pero cuando hace calor... no te puedes quitar la piel. No tienes elección.
Y sobre lo que comentas de la belleza del entorno natural, pues qué te voy a decir... 😌 No puedo estar más de acuerdo. Hay algunas zonas de algunas ciudades que son muy bonitas, pero la norma no es esa. Lo más habitual son los edificios feos, los cielos surcados de cables, los grafittis feos, etc.
Aunque te digo una cosa, hace un tiempo que me viene intrigando algo un poco friki, pero que te lo cuento por si te llama la atención. Me he dado cuenta de que, en Japón, mucha gente encuentra la belleza en cualquier rincón, cualquier callejuela, cualquier charco en el suelo. Hay algo en la mirada artística japonesa que no sé si es que lo romantiza todo, o es que es capaz de entrever al Amor subyacente en todas partes.
No sé si habrás visto muchas ilustraciones, fotografías o películas japonesas, pero a menudo enmarcan con gran belleza lugares y escenas que a ti y a mí nos parecerían feas, de manera que casi captan un "algo" trascendente ahí, entre dos edificios a contraluz y unas vías del tren vacías.
No sé muy bien si estoy sabiéndome expresar. Pero creo que, lo que quiero decir, es que hay en la mirada artística japonesa algo de lo que aprender. Creo que saben ver "más allá" de lo feo, y que lo que ven trasciende la estética para encontrarse con un "algo" tremendamente bello y profundo, incluso en medio de la fealdad, en medio de las formas más artificiales o incluso desvencijadas.
Si volviese a vivir en una ciudad, creo que intentaría cultivar esa mirada que yo llamo "japonesa", o tal vez se le pueda llamar mirada fotográfica, porque hay una gran parte de la experiencia emocional que depende no tanto de lo que nos pasa, sino de cómo lo miramos. ¿No crees?
Bueno, vaya testamento de respuesta me ha salido! Te dejo ya. Muchas gracias por leerme Diana, y por pasarte por aquí a dejar tu vivencia y tus reflexiones sobre este tema. Me hace muy feliz saber que te ha gustado.
Gracias por responder y por el recordatorio, Clara. Cuando viajo, mi pareja bromea porque le hago fotos a cosas que son, para él y su ascendente Libra, extrañas 😁 Pero yo suelo ver belleza en todo, y si hay algo verde, ya ni te cuento 🤓
Investigaré lo que me comentas de Japón. Ahora me ha dado por leer literatura nipona con esto de la healing fiction. Una delicia, la verdad.
Uy, pues eso de la “healing fiction” no lo conozco, pero suena interesante. Lo voy a buscar. 😊
Ya veo que tú ya tienes esa “mirada japonesa” que digo, qué bueno. A mí me cuesta ponérmela cuando hago incursiones a la ciudad, pero supongo que es porque siempre voy con prisas cuando piso el asfalto. Imagino que, si viviese en una zona urbana, acabaría mirando de esa forma en lo cotidiano, casi por supervivencia emocional. 🤔
Gracias a ti por esa pequeña charleta. Un abrazo también para ti!
Te leo siempre con atención y gratitud, pero esta carta en concreto me ha tocado especialmente. He fantaseado alguna vez con la idea de vivir en el campo, en ese imaginario donde el tiempo se ensancha, las urgencias se disuelven y el silencio tiene su propio lenguaje. Me reconozco en ese anhelo de pausa, de quietud, de conexión con lo esencial.
Pero en mi caso hay una parte urbanita que puede más. Una parte que necesita poder salir de casa y caminar hasta una librería, una biblioteca, una sala de cine, una exposición. Una parte que se alimenta también del murmullo de una terraza con amigos, de las luces de una ciudad que se encienden cuando cae la tarde. Y, sobre todo, una parte que necesita viajar: descubrir nuevos lugares, dejarme transformar por ellos, escribir sobre lo que cambia cuando uno se desplaza.
Admiro profundamente tu decisión y la manera consciente en que la habitas. Tu relato no idealiza ni se enreda en nostalgias: es honesto, matizado, y eso lo hace valioso. Porque no todos buscamos lo mismo, pero cuando alguien cuenta su experiencia con esa claridad, nos ayuda a entender mejor la nuestra.
Gracias por compartir desde ese lugar tan tuyo y tan habitable. Nos seguimos leyendo, en estas cartas que cruzan distancias y nos acercan un poco más a nosotros mismos.
Pedro, no sé si eres consciente de la labor humanitaria que haces en estos lares llamados "Substack". 😊 No sólo haces siempre comentarios hermosos y bien reflexionados, sino que se nota que te tomas el tiempo de resaltar todo lo bueno que ves en cada texto, y hacérselo llegar a su autor/a en forma de feedback colmado de calidez. Lo que tú haces es una labor de ánimo y aliento sincero y desinteresado para todas las almas que pululamos este ecosistema y que nos arriesgamos a mostrar nuestros mundos internos al público. Y eso tiene un valor que no sé si te das cuenta de lo importante que es...
Con todo esto, lo que te quiero decir es que GRACIAS, de parte mía y también de parte de toda la comunidad Substack, a la que aportas tantísimo.
(No suelo yo arrogarme el derecho de hablar por los demás, pero en esto creo que sí tengo derecho a hacerlo 😌).
Dicho esto, también quiero decirte que me alegra mucho que ésta carta te haya gustado, y que haya podido lograr el que era mi propósito con ella: transmitiros una mirada más o menos objetiva y honesta de lo que es vivir en plena naturaleza, y al mismo tiempo dejaros entrar un poquito en mi mundo. 😊
También he de decir que entiendo perfectamente por qué en ti gana tu preferencia por la vida urbana, pues esos detalles que mencionas son justo los que más me gustaban de vivir en la ciudad, cuando lo hacía de más joven. Y también son los que echaba de menos en los primeros años de irme a vivir al campo.
Y respecto a los viajes, de ellos no he prescindido, pues a mí también me encanta viajar. En los viajes es donde más fácilmente encuentro facetas de mi ser que, de otra manera, me cuesta ver o descubrir. Para mí, los viajes son una manera de explorar tanto paisajes nuevos externos, como internos. Seguro que coincidimos en esto también. 😊
En fin Pedro, muchas gracias por leerme con tanto cariño, y por tomarte el tiempo de dejarme tu opinión de una forma tan bonita. Eres un amor. 💜
Pero no desde el peso, sino desde el regalo inesperado.
Te leo y me doy cuenta de que a veces no somos del todo conscientes del modo en que caminamos por el mundo. Uno escribe, comenta, se acerca a los demás desde lo que le nace —sin medirlo, sin esperar nada a cambio— y de pronto aparece alguien como tú, que pone palabras precisas a lo que uno ni siquiera sabía que estaba haciendo.
Lo que dices me emociona y me compromete. Porque si de verdad consigo animar, acompañar, sostener… entonces esa forma de estar aquí cobra todavía más sentido. Me lo recuerdas con ternura, pero también con una claridad que no se olvida.
Y sobre lo que dices de tu carta: sí, creo que conseguiste exactamente lo que querías. No solo una mirada lúcida y serena sobre la vida en la naturaleza, sino también una puerta abierta —a media altura, como se abren las puertas del campo— por la que se colaban tus silencios, tus dudas, tu estar en el mundo.
Quizá tú desde la montaña y yo desde la ciudad, pero ambos buscando esa manera de vivir con los ojos bien abiertos, viajando hacia fuera y también hacia dentro, como tan bien lo dices tú.
Te mando un abrazo largo, de esos que se dan en silencio y que duran más allá de la pantalla.
Efectivamente Pedro, con los ojos bien abiertos. Y el corazón también. 😊
Me sorprende y me alegra a partes iguales que te hayan llegado mis palabras... no son más que la verdad (mi verdad), un espejo más o menos limpio mirando hacia ti.
Mil gracias de nuevo. Recibo ese gran abrazo, y te lo correspondo en la distancia-no-distancia, pues la distancia no es más que una ilusión óptica. 😌
Soy más urbanita que un semáforo, pero hace tiempo que sueño con mi retiro. No al campo exactamente. Rapa Nui 🙃. Una isla. 7000 personas.
Quizá lo consiga algún día.
En cualquier caso, no tener coche y una cierta aversión a los bichos pueden ser mis mayores puntos de fricción, pero creo que a estas alturas me puede todo lo demás.
🤗
Hola! Síiii, ya sé que vivir en Rapa Nui es tu sueño, fue algo que me llamó mucho la atención cuando leí tu bio. 😊 A mí es una isla me gustaría definitivamente visitar, porque me causa una curiosidad importante, y porque soy yo muy de islas. Y debe de ser preciosa. Además que me interesa mucho su historia, esa posible historia antigua no reconocida por la Historia oficial...
Lo de la aversión a los bichos ya te digo que se te puede pasar con el tiempo y la exposición. Y lo del coche... pues tienes tiempo para prepararte en ese sentido. O si no, en bici se llega casi a todas partes, si tienes tiempo y buenas piernas. 😄
Me ha hecho gracia lo de que eres más urbanita que un semáforo, jaja! Allí en la isla de Pascua imagino que podrías/podrás vivir en un pueblito, con las ventajas de estar rodeado de gente, pero también con la ventaja de tener la naturaleza bien a mano. Lo que desconozco es qué nivel de acceso a servicios modernos habrá allí... seguro que tú lo sabes mejor.
En fin, espero que ese sea un sueño que puedas materializar! Y si te apetece narrarlo cuando lo hagas realidad, me encantará leerte. 😊
Gracias por leerme!
Interesante destino. Siempre me llamaron la atención los "Moai", esas estatuas que según "expertos" se levantaron con poleas y fueron transportadas en barquitas.
Los insectos suelen triplicar su tamaño por esos lares, así que en ese aspecto lo tienes complicado.
A estas alturas el tamaño de los insectos me importa más bien poquito... :)
Dí que sí, ese es el espíritu! 😉
Si llega claro que las habrá. Y vídeo promocional 🤣
😂😂
Siempre es un placer leerte, nah que agradecer 😊
Lo bueno es que allí solo hay un núcleo urbano, lo demás es disperso.
No se se mi acordaría de andar en bici 🤣🤣🤣 pero me pondría a ello :)
Se que es complicado materializarlo, pero claro que si llega lo compartiré contigo!!
🤗🤗🤗
Pues dado el caso, QUIERO FOTOS!! 😍😍🥰
Gracias, Clara. Me ha encantado; incluso he podido sentir cierta relajación leyendo tus descripciones.
Me parece una carta muy pertinente, ya que la mayoría de gente que menciona el campo lo hace para ensalzarlo o criticarlo. Sin embargo, en tu caso describes tu experiencia, mencionando las ventajas pero también la parte menos romántica, la cual es crucial conocer para que alguien pueda tomar una decisión al respecto.
En mi caso, vivo en una zona con algo de tranquilidad, aunque no en el campo. Me encantaría una zona más aislada, o directamente una isla desierta. Pero lo que de verdad me molaría es mudarme a Neptuno.
Jaja! 😆😆 Pues dicen que se está muy bien en ésta época del año… Lo único es el precio del hidrógeno líquido, que está por las nubes. 😉
Gracias a ti, por pasarte a comentar, Javier. Me alegra mucho que te haya gustado el texto. Y gracias por mencionar cómo te han hecho sentir las descripciones, porque estoy pensando en incluir en mis cartas más párrafos o introducciones así medio poéticas. A mí me gustan, y parece que a vosotros también os llegan. 😌
Y si vives en una zona tranquila, pues casi que ya tienes lo más importante, no? Las islas desiertas las carga el diablo, mira cómo acabaron los de Lost… jeje.
Un abrazo grande. 💜
¿Pa' cuándo dices que sale el transbordador a Neptuno?
Jaja… creo que salen varios por día, pero vaya usted a costearse el billete. Como los vuelos de Iberia en los 90’… 😄
He tardado un poquito en aparecer esta vez jaja
Me ha gustado la carta mucho, como es habitual. Lo primero que te quiero decir es que has dicho de levantarte a las 5 y es pa matarte. Ojala pudiera yo dormir hasta las 7.30 todos los días, por desgracia entre el curro, los animales y los vecinos pues es imposible...
Evidentemente muchas veces tenemos lo que llamo el sesgo del turista. Lo típico de que visitas un sitio una semana y dirías "pues aquí no se tiene que vivir mal" sin tener en cuenta que lo mismo has ido en una época de tiempos suaves, has ido a tocarte las narices, no tienes que trabajar, no tienes que lidiar con las cosas del día a día. A veces me ha pasado en Hungría, lugar que visito con mi pareja, que es de allí, entre abril y finales de octubre es un sitio muy bonito, verde, fresco, llueve con frecuencia y excepto varias ciudades mas grandes suelen ser aldeas y poblaciones pequeñas junto a campos de cultivos y bosques. Incluso nos planteamos comprar algo allí pero claro, luego los inviernos son muy tristes, los salarios bajos, los precios altos y bueno, el pequeñito problema de un gobierno de ultraderecha...
Pero en general creo que las ventajas que citas de vivir en el campo estoy de acuerdo con ellas y las apreciaría (sobre todo el silencio, ay dios...) y bueno, las desventajas pues algunas mas y otras menos. Sobre los insectos pues en general me gustan (a mi novia no tanto) y desde luego preferiría una araña, un abejorro o un grillo a tener cucarachas en el cuarto de baño como hace unos días. Pero como efectivamente dices, los problemas de averías se magnifican y el trabajo escasea... y creo que este último factor es casi que el más relevante.
Y si, hay sitios intermedios, el lugar al que me gustaría ir a vivir en el campo es un pueblo pequeño pero que tiene servicios básicos mas o menos cercanos. Un pequeño super, una escuela (porque con niña hay que tener en cuenta mas cosas) un pequeño centro de salud, etc ojalá cumpla ese sueño, de momento a tragar ciudad turística.
Un abrazo Clara!!!
¡Hola! Me alegra mucho que te haya gustado esta carta, tú eres una de las personas que tenía en mente mientras la escribí. 😊
Ojalá puedas cumplir ese sueño! No pinta nada mal esa opción intermedia, en un pueblecito pequeño. Por qué región te gustaría vivir más o menos?
Me ha hecho gracia lo del “pequeño problemita del gobierno de ultraderecha” en Hungría… 😬 Pero sí, suena a país precioso, al menos en lo que respecta a paisajes.
A mi compañero y a mí también nos gustaría irnos algún día a un lugar más verde, porque el calor y la sequía perpetua de aquí hacen casi imposible el nivel de autosuficiencia alimentaria que nos gustaría tener. Pero bueno, de momento es imposible un traslado, así que lo dejamos en deseo/sueño.
Lo que comentas de los madrugones, es que no es lo mismo cuando vives en el campo. Aquí es mucho más fácil amoldarse a los ciclos del Sol, de hecho es lo más fácil. Acostarse (y dormirse) temprano es un requisito indispensable para levantarse pronto, y es casi imposible lograrlo cuando estás rodeado de toda una ciudad aún despierta. Además, no olvidemos que yo no tengo hijos a los que atender…
Y sobre los bichos… bueno, en realidad es que no era en arañas ni en grillos en lo que pensaba cuando escribí esa parte de la carta, aunque mis buenos sustos me he llevado con ellos también. Me refería más bien a alacranes, escolopendras (si no sabes lo que son, mejor ni lo mires) y avispas de toda clase. Te reconozco que odio las cucarachas, pero después de haber tenido varios encuentros nocturnos en la cama con bichos realmente peligrosos, ahora creo que vería a las “cukis” con otros ojos. 😅😅
En fin, cambiemos de tema... 😅😅
Gracias por pasarte a dejar tu opinión, lo agradezco mucho, sea cuando sea. 🙏🏻 Otro abrazo grande para ti!
¿En que zona vives tu? Es que automáticamente me imaginaba un espacio verde pero media España es un secarral…
Lo de dormir con el sol suena bien, aun asi ahora te tienes que acostar cerca de las 10 pero puede ser un descanso suficiente especialmente si estas acostumbrada ya a esas horas y no es forzado. Y, hablando de bichos, justo ayer tenia una cucaracha en la pared de mi cama y hoy me ha picado una avispa oriental, te dije que me gustaban los bichos pero ahora mismo les pegaría fuego a todos :P Las escolopendras si las conozco, las he visto moviendo el monton de estiercol y levantando algunas piedras, se que su picadura es dolorosa y desde luego no me gustaria encontrarme una en la cama, casi mejor la cucaracha que solo es asco y no veneno xD
La zona a la que me quiero ir es el Valle del Genal, a una hora escasa de donde vivo ahora, es un sitio muy bonito de pueblos pequeños que se están despoblando de nativos y que esta siendo invadido por guiris, cada día que pasa me va a costar mas caro comprarme algo allí…
Oye, pues es muy bonito el Valle del Genal. He mirado algunas fotos y me parece una zona preciosa. Y verde! Y con agua! Lo que tiene pinta de ser más complicado por ahí, es el tema trabajo. Que es lo que tú sueles mencionar que te tira para atrás. 🫤 Ahí sería trabajar online de algo, o hacer algún trabajo por los pueblos de la zona.
Nunca va a dejar de sorprenderme que zonas más al sur que aquí estén mucho más verdes... pero claro, es que aquí está la desertificación por la sobreexplotación inmobiliaria. Vivo en la provincia de Alicante, no lejos del "Mordor alicantino" (Benidorm), en una zona boscosa protegida muy agradable (salvo en verano... 😅).
Pero en los alrededores está todo semidesértico, con matorral bajo que a duras penas sobrevive de año en año, y algunos pinos aislados.
Nosotros nos planteamos marcharnos algún día al norte de la península, o tal vez al prepirineo catalán, pero de momento las circunstancias de ambos no nos lo permiten. 🤷🏻♀️
Y sobre los bichos, pues mira, yo justo esta mañana he mandado al plano no físico de la existencia a una pequeña escolopendra que se paseaba tranquilamente por el salón a las 5 de la mañana... 😌
Normalmente intento echar de la casa vivos a los animales cuya compañía no es deseada, pero hay algunos que son imposibles de cazar.
En fin, ojalá podamos algún día cumplir esos sueños nuestros de trasladarnos a zonas más bonitas o amables. Que así sea. 🙌🏻
Todavía sueño con mis días de regreso al campo, mis padres viven en el y mucha de mi familia. Ahora yo vivo en la ciudad. Afortunadamente es una ciudad amable. Gracias por compartir con tanta honestidad tus pros y contras.
Yo también anhelo vivir en una casa donde las plantas entren libremente y mis mascotas tengan su lugar. Las montañas me llaman, pero también el mar. Creo que, con el señor Y, algún día lo lograremos.
Un pequeño tip sobre las alarmas: a mí también me molestaba muchísimo el sonido. Pero descubrí que puedo despertarme solo con la vibración. Suena raro, lo sé, pero funciona. Si colocas el teléfono sobre una superficie de madera o cerámica, la vibración se amplifica y se vuelve suficiente para despertarte suavemente.
Gracias, Luisa. Sí, lo de la vibración del móvil ya lo intenté un tiempo, pero no me funcionaba porque mi móvil vibra muy fuerte… 😅 Así que lo que hice fue modificar el volumen de una canción que me gusta con un programa de edición de audio (el Audacity, por si te interesa), y lo puse a un mínimo casi inaudible para el oído humano. Yo, como tengo oído de gato, pues aún así lo oigo y lo tengo que meter debajo de la almohada. 😸
Ojalá puedas cumplir ese deseo de regresar algún día al campo o cerca del mar, ya sea con tu señor Y., o con tus mascotas. O ambas cosas! 😊
El otro día pensé en ti porque vi un pequeño documental sobre la gente Ainu en Hokkaido, sus orígenes genéticos, su cultura, y cómo han sido tratados por el Estado japonés en los últimos siglos. Un tema muy interesante.
Gracias siempre por leerme, Luisa! 💜
Hola Clara. Ese tip está interesante, gracias. Lo intentaré hacer.
Cruzó los dedos para que ese sueño se cumpla pronto.
Que lindo saber que me pensaste. Me da mucha alegría. Ese es un tema bastante complicado por aquí, pues fue prácticamente un exterminio. Sin embargo algunos investigadores y familia de estas pocas personas que quedaron o tienen sus genes están intentando conservar la cultura y tradiciones para adaptarse al medio.
Saludos querida Clara oido de 🐱
Sí, ya vi que se están haciendo algunos esfuerzos para revivir la cultura Ainu, lo cual me pone contenta. 😌
Te mando un abrazo gatuno. 😽
Intuía los contras, Clara. Pero déjame que te cuente algo:
➡️En Málaga vivo en una planta 11, con 4 viviendas por planta. Pensé que era normal escuchar hasta el peo que tira mi vecino del bloque de al lado o si mi vecina del B está resfriada. 😢
➡️Al llegar a Lisboa, oh casualidad, encontramos un 5º piso en un bloque de 11 plantas. Aquí no se oyen ni las moscas. Ruidos muy esporádicos de música y es cierto que hay un poco de tráfico, pero si cierro las ventanas no oigo NADA. Tengo chimenea de gas😉 , y tengo que investigar cómo llegar a una maraña espesa de árboles que veo desde mi ventana.
➡️En mi piso de Málaga, hace unos años un vencejo se coló por la ventana de mi salón; la semana pasada me desperté y había una libélula en mi habitación, un escarabajo de estos peloteros entró por la cocina y los abejorros entran y salen como si estuvieran por medio del campo. Ah, y lo de las cukis y mosquitos... pues eso.🤢
➡️En Lisboa ahora mismo no he tenido incursiones de bichos varios, pero quién sabe. Con esto quiero decir que te compro todas las desventajas de vivir en la naturaleza porque en Málaga tenía todas las desventajas de la ciudad pero también las del campo. Incluido tema desplazamiento porque está ya colapsada - más aún en verano - que llegar a algunos sitios, como mi playa favorita, es ya imposible.
Creo que aún viviendo en una gran ciudad, con sus desventajas, estoy considerando esto como un paso intermedio entre una ciudad masificada y una vida más tranquila, algún día, en la naturaleza. Porque lo cierto es que hay lugares que se están haciendo inhabitables
Como siempre, me enrollo como una persiana😢. ¡Gracias, Clara!
Hola Laura! Pues lo que cuentas suena definitivamente como una mejoría… y no sabes cuánto me alegro! Vivir con las desventajas típicas de una ciudad y además algunas de las del campo, no tiene que ser divertido…
Qué pena lo que cuentas de Málaga. 🫤 Creo que ese deterioro por la masificación lo están viviendo muchas ciudades que son bonitas, como Málaga, pero que van perdiendo en magia y calidad de vida para sus habitantes.
Así que me alegro de que en Lisboa te estés encontrando bien, por más que tengo entendido que también es una de esas ciudades preciosas que están un poco masificadas. No lo sé, porque yo aún no he tenido ocasión de visitarla. Ojalá nos compartas fotitos, si te nace. 😊
Gracias siempre por leerme, Laura. Que estés muy bien en tu nueva ciudad!
Qué maravilla de post Clara. 💫🤯
Muchas gracias, Carla. Me alegro mucho de que te haya gustado. 😊💜
Reconozco que te he empezado a leer desde el móvil y me he dicho: "espera", y me he venido al ordenador a leerte "bien", café en mano y disfrutando hasta de la maravillosa ilustración de la rana.
Qué maravilla leerte, como sabes soy una de esas personas que fantasea con la idea de alejarse de la ciudad cada día, pero siempre tengo dudas porque, a la vez, soy un culo inquieto, así que gracias por esta guía práctica sacada de tu experiencia, porque es maravilloso vivirlo a través de ti, sin idealizarlo, simplemente exponiendo lo que hay.
Me ha sorprendido eso de cómo, incluso viviendo en plena naturaleza, uno tiene que poner intención para conectar con ella, y cómo esos pequeños sacrificios del día a día no restan valor a las grandes ventajas de ese estilo de vida.
Gracias por compartirlo, me parece tremendamente útil para abrir una ventana a la realidad diaria de vivir en el campo para cualquier persona que quiera comprender mejor cómo se puede vivir con más consciencia, menos ruido y mayor conexión con lo esencial, pero sabiendo lo que supone sin idealizarlo.
En mi caso, las dudas vienen porque soy cero urbanita y una parte de mí busca siempre esa paz y esa conexión diaria con la naturaleza (sobre todo con el mar), pero por otro lado soy un culo inquieto que no puede parar de hacer cosas de las que me llenan, y cuando he vivido "lejos" de la ciudad (a 40 min en coche) he terminado sintiéndome algo cansada de tanto coche. Creo que mi vida ideal sería ir rotando entre dos zonas, pasar los veranos en Asturias y los inviernos en el sur o en algún lugar como Bali, en zonas alejadas de grandes urbes pero cerca de pueblos grandes bien conectados para poder viajar, ir a exposiciones, conocer gente nueva, etc.
Eso sí, cómo lograr ese equilibrio sin ser millonaria es algo que todavía tengo que descubrir jajajaja
Un abrazo fuerte, Clara!! ♥️
Jaja! 😂 Yaaa... bueno, no me cabe duda de que tú, con la energía, el talento y la autoconsciencia que tienes, seguro que encontrarás la manera de juntar todas esas piezas del puzzle y construirte una forma de vida que te encaje a la perfección.
La fórmula Asturias en verano + pueblito mediano en el Sur (así, en amplio) en invierno te puede ir genial. Lo único es que las gallinas de tu casa en Asturias te las tendrá que cuidar alguna vecina amable, o tal vez la IA... 😂😂
Me alegra no sabes cuánto que mi carta te haya resultado útil para ver, tal vez, perspectivas que no te habías planteado sobre vivir en el campo. Con eso me doy por satisfecha. Y si además te ha gustado la ilustración de la rana, pues ya no puedo pedir más. 😉
Gracias por leerme con tiempo y cariño, Cristina. Y por tomarte también el tiempo de darme tu opinión y compartir tus sueños. Desde aquí te mando un deseo genuino de que todos ellos se cumplan. ✨🙌🏻✨
Un abrazote.
Jajaja me he reído (mucho) con lo de las gallinas y la IA, y luego me las he imaginado en el tren viniéndose conmigo en el cambio de temporada 😂😂😂
Pero la verdad es que esa fórmula - sin hijos, claro, que esa es otra gran variable, o gran melón mejor dicho, de la ecuación - suena muy pero que muy bien. Muchísimas gracias por ese deseo tan bonito y por tus palabras, ojalá sea así ❤️
Desde aquí también te mando mi deseo: que sigas inspirando y sembrando perspectiva en quienes te leemos! Estoy segura de ello!
Un abrazote rodeado de gallinas! 🐓
Ayy… ese deseo que me mandas me gusta, sí… 😌 Muchas gracias bonita.
Otro abrazo va de vuelta pa’llá.
Qué bonito leerte, Clara. Gracias por compartir tu sentir, tu experiencia y por mostrarnos ambas partes de la realidad de vivir en la Naturaleza. Con mayúscula; me encanta.
Me crié en el campo, no muy lejos de un núcleo urbano, pero sí lo suficientemente como para pasarme el día trepando árboles, observando insectos y descubriendo paisajes increíbles. Todo esto bajo la atenta mirada de mis queridas montañas.
Nunca he experimentado vivir en la Naturaleza apartada de todo, pero es algo que estoy considerando y que seguro mi sistema nervioso agradece.
Lo que me gusta de vivir en la Naturaleza es -o yo al menos lo percibo así- que tengo más capacidad de elección. Puede sonar contradictorio pues las ciudades se caracterizan precisamente por eso, por tener multitud de cosas que ofrecer, pero yo lo siento de algún modo impuesto, como si estuviera obligada a ser bombardeada, constantemente, por estímulos. Y a ir muy rápido.
También me gusta, adoro más bien, que todo es natural (pun intended), pues como leí en una ocasión, en la naturaleza no hay nada artificial. Y lo dice alguien que adora la arquitectura y el arte, pero muchas veces la ciudad me hace sentir como en una piscina de cemento, con algunos grabados bonitos si tienes suerte y el feísmo no lo ha arruinado todo. La practicidad y la híper producción parecen ir reñidas, en mi opinión, con lo estético, construyendo cada vez más cemento sin alma.
Otra cosa que me encanta de la Naturaleza, un punto en contra para muchos, son los bichos (aunque mis reacciones alérgicas sean considerables).
En general la Naturaleza me invita a observar e incluso a apreciar más la ciudad cuando decido ir. El no estar inmersa en una vorágine de estímulos y prisas me hace vivir más conectada a los ritmos (también propios).
Y con todo esto soy consciente también de los puntos menos favorables, como el tener el hospital lejos o un mercado laboral más complejo, entre otras cosas.
Lo importante, creo yo, es elegir de forma consciente, escuchándote. Y que cuando eso no sea posible, seamos capaces de encontrar espacios y momentos que nos proporcionen lo que anhelamos: tener plantas en casa si lo tuyo es la Naturaleza pero esta etapa de tu vida te pide estar en la ciudad, o ir al teatro todas las semanas si vives en el campo y echas de menos el bullicio de las grandes urbes.
Gracias por tu escrito, Clara 🌿
Exactamente Diana, también son viables y pueden llegar a ser muy felices las opciones intermedias, los sustitutos temporales, y los apaños "mientras tanto". Al final, creo que más que aspirar a un ideal de Instagram, lo más importante es escuchar cuáles son tus necesidades específicas, e intentar encontrar una manera de respetarlas todas, aunque para ello tengas que hacer concesiones o postergar el ideal. Además, las necesidades van cambiando a lo largo del tiempo, así que creo que es más realista ir fluyendo con ellas que aferrarse a un esquema rígido de cómo debería ser tu vida, sólo porque en determinado momento la soñaste perfecta. (Hablo de "tú" en segunda persona, pero me refiero a en general).
Me alegra mucho que te haya resonado esta carta. Y entiendo perfectamente a qué te refieres con lo de la falta de opciones en la ciudad, porque en los entornos urbanos no puedes escapar de la sobreestimulación, o no del todo. En la ciudad, te toca lidiar con estímulos quieras o no. En cambio, en la Naturaleza puedes elegir. Si quieres más estímulos, te pones la radio, o una película, o lees un libro, u organizas una fiesta en casa con los vecinos. 😄 Y, a las malas, te escapas a un pueblo o ciudad cercana a ver alguna exposición, o al cine, o lo que sea.
Pero en la ciudad no puedes escoger. Es como el calor y el frío. Cuando hace frío te puedes poner más capas de ropa, pero cuando hace calor... no te puedes quitar la piel. No tienes elección.
Y sobre lo que comentas de la belleza del entorno natural, pues qué te voy a decir... 😌 No puedo estar más de acuerdo. Hay algunas zonas de algunas ciudades que son muy bonitas, pero la norma no es esa. Lo más habitual son los edificios feos, los cielos surcados de cables, los grafittis feos, etc.
Aunque te digo una cosa, hace un tiempo que me viene intrigando algo un poco friki, pero que te lo cuento por si te llama la atención. Me he dado cuenta de que, en Japón, mucha gente encuentra la belleza en cualquier rincón, cualquier callejuela, cualquier charco en el suelo. Hay algo en la mirada artística japonesa que no sé si es que lo romantiza todo, o es que es capaz de entrever al Amor subyacente en todas partes.
No sé si habrás visto muchas ilustraciones, fotografías o películas japonesas, pero a menudo enmarcan con gran belleza lugares y escenas que a ti y a mí nos parecerían feas, de manera que casi captan un "algo" trascendente ahí, entre dos edificios a contraluz y unas vías del tren vacías.
No sé muy bien si estoy sabiéndome expresar. Pero creo que, lo que quiero decir, es que hay en la mirada artística japonesa algo de lo que aprender. Creo que saben ver "más allá" de lo feo, y que lo que ven trasciende la estética para encontrarse con un "algo" tremendamente bello y profundo, incluso en medio de la fealdad, en medio de las formas más artificiales o incluso desvencijadas.
Si volviese a vivir en una ciudad, creo que intentaría cultivar esa mirada que yo llamo "japonesa", o tal vez se le pueda llamar mirada fotográfica, porque hay una gran parte de la experiencia emocional que depende no tanto de lo que nos pasa, sino de cómo lo miramos. ¿No crees?
Bueno, vaya testamento de respuesta me ha salido! Te dejo ya. Muchas gracias por leerme Diana, y por pasarte por aquí a dejar tu vivencia y tus reflexiones sobre este tema. Me hace muy feliz saber que te ha gustado.
Un abrazo grande!
Gracias por responder y por el recordatorio, Clara. Cuando viajo, mi pareja bromea porque le hago fotos a cosas que son, para él y su ascendente Libra, extrañas 😁 Pero yo suelo ver belleza en todo, y si hay algo verde, ya ni te cuento 🤓
Investigaré lo que me comentas de Japón. Ahora me ha dado por leer literatura nipona con esto de la healing fiction. Una delicia, la verdad.
Un abrazo, Clara 🌿
Uy, pues eso de la “healing fiction” no lo conozco, pero suena interesante. Lo voy a buscar. 😊
Ya veo que tú ya tienes esa “mirada japonesa” que digo, qué bueno. A mí me cuesta ponérmela cuando hago incursiones a la ciudad, pero supongo que es porque siempre voy con prisas cuando piso el asfalto. Imagino que, si viviese en una zona urbana, acabaría mirando de esa forma en lo cotidiano, casi por supervivencia emocional. 🤔
Gracias a ti por esa pequeña charleta. Un abrazo también para ti!
Te leo siempre con atención y gratitud, pero esta carta en concreto me ha tocado especialmente. He fantaseado alguna vez con la idea de vivir en el campo, en ese imaginario donde el tiempo se ensancha, las urgencias se disuelven y el silencio tiene su propio lenguaje. Me reconozco en ese anhelo de pausa, de quietud, de conexión con lo esencial.
Pero en mi caso hay una parte urbanita que puede más. Una parte que necesita poder salir de casa y caminar hasta una librería, una biblioteca, una sala de cine, una exposición. Una parte que se alimenta también del murmullo de una terraza con amigos, de las luces de una ciudad que se encienden cuando cae la tarde. Y, sobre todo, una parte que necesita viajar: descubrir nuevos lugares, dejarme transformar por ellos, escribir sobre lo que cambia cuando uno se desplaza.
Admiro profundamente tu decisión y la manera consciente en que la habitas. Tu relato no idealiza ni se enreda en nostalgias: es honesto, matizado, y eso lo hace valioso. Porque no todos buscamos lo mismo, pero cuando alguien cuenta su experiencia con esa claridad, nos ayuda a entender mejor la nuestra.
Gracias por compartir desde ese lugar tan tuyo y tan habitable. Nos seguimos leyendo, en estas cartas que cruzan distancias y nos acercan un poco más a nosotros mismos.
Pedro, no sé si eres consciente de la labor humanitaria que haces en estos lares llamados "Substack". 😊 No sólo haces siempre comentarios hermosos y bien reflexionados, sino que se nota que te tomas el tiempo de resaltar todo lo bueno que ves en cada texto, y hacérselo llegar a su autor/a en forma de feedback colmado de calidez. Lo que tú haces es una labor de ánimo y aliento sincero y desinteresado para todas las almas que pululamos este ecosistema y que nos arriesgamos a mostrar nuestros mundos internos al público. Y eso tiene un valor que no sé si te das cuenta de lo importante que es...
Con todo esto, lo que te quiero decir es que GRACIAS, de parte mía y también de parte de toda la comunidad Substack, a la que aportas tantísimo.
(No suelo yo arrogarme el derecho de hablar por los demás, pero en esto creo que sí tengo derecho a hacerlo 😌).
Dicho esto, también quiero decirte que me alegra mucho que ésta carta te haya gustado, y que haya podido lograr el que era mi propósito con ella: transmitiros una mirada más o menos objetiva y honesta de lo que es vivir en plena naturaleza, y al mismo tiempo dejaros entrar un poquito en mi mundo. 😊
También he de decir que entiendo perfectamente por qué en ti gana tu preferencia por la vida urbana, pues esos detalles que mencionas son justo los que más me gustaban de vivir en la ciudad, cuando lo hacía de más joven. Y también son los que echaba de menos en los primeros años de irme a vivir al campo.
Y respecto a los viajes, de ellos no he prescindido, pues a mí también me encanta viajar. En los viajes es donde más fácilmente encuentro facetas de mi ser que, de otra manera, me cuesta ver o descubrir. Para mí, los viajes son una manera de explorar tanto paisajes nuevos externos, como internos. Seguro que coincidimos en esto también. 😊
En fin Pedro, muchas gracias por leerme con tanto cariño, y por tomarte el tiempo de dejarme tu opinión de una forma tan bonita. Eres un amor. 💜
Me has abrumado, Clara.
Pero no desde el peso, sino desde el regalo inesperado.
Te leo y me doy cuenta de que a veces no somos del todo conscientes del modo en que caminamos por el mundo. Uno escribe, comenta, se acerca a los demás desde lo que le nace —sin medirlo, sin esperar nada a cambio— y de pronto aparece alguien como tú, que pone palabras precisas a lo que uno ni siquiera sabía que estaba haciendo.
Lo que dices me emociona y me compromete. Porque si de verdad consigo animar, acompañar, sostener… entonces esa forma de estar aquí cobra todavía más sentido. Me lo recuerdas con ternura, pero también con una claridad que no se olvida.
Y sobre lo que dices de tu carta: sí, creo que conseguiste exactamente lo que querías. No solo una mirada lúcida y serena sobre la vida en la naturaleza, sino también una puerta abierta —a media altura, como se abren las puertas del campo— por la que se colaban tus silencios, tus dudas, tu estar en el mundo.
Quizá tú desde la montaña y yo desde la ciudad, pero ambos buscando esa manera de vivir con los ojos bien abiertos, viajando hacia fuera y también hacia dentro, como tan bien lo dices tú.
Te mando un abrazo largo, de esos que se dan en silencio y que duran más allá de la pantalla.
Efectivamente Pedro, con los ojos bien abiertos. Y el corazón también. 😊
Me sorprende y me alegra a partes iguales que te hayan llegado mis palabras... no son más que la verdad (mi verdad), un espejo más o menos limpio mirando hacia ti.
Mil gracias de nuevo. Recibo ese gran abrazo, y te lo correspondo en la distancia-no-distancia, pues la distancia no es más que una ilusión óptica. 😌