Muchas gracias por compartir tu experiencia vital, Clara <3
Además de que hablar de emociones cómodas o incómodas supone no juzgar las emociones como buenas o malas, sino sencillamente referirnos a su complejidad, creo que también permite romper con el molde dual o binario de las emociones, que siempre se entienden como buenas o malas, cómodas o incómodas, en función de una categoría rígida e impermeable. Quiero decir que más allá de pasar a hablar de la emoción de la felicidad como algo bueno a cómodo, y del miedo como algo malo a incómodo, podemos ver también que un exceso de felicidad puede resultar incómodo y un poco de miedo quizás no cómodo, pero desde luego no necesariamente incómodo. Ser más capaces de ver, de este modo, que no son tanto las emociones en sí como, tal y como explicas, la forma de entenderlas, con el fin de abrirnos a ellas para ser capaces de conocer y conocernos.
Eso es, Estela. Es una forma flexible y abierta de relacionarse con las emociones que aprendí (o más bien empecé a ensayar) a través del zen, y que después acabé de abrazar al comprobar que era el único enfoque que realmente me resultaba productivo (y sanador-sano).
Otro abrazo grande para ti. Y gracias a ti por leerme. 😊🙏
Hola Clara. Me ha gustado saber un poquito más de ti. 😉
Me doy cuenta de que tengo, como hemos comentado alguna vez, muchas cosas en común contigo. Y es que lo que nos cuentas acerca de tus padres, es lo que me ocurría a mí con el mío. Yo tenía en mi casa las dos versiones, la de mi madre que siempre era un solete, y la de mi padre, cuya relación fue como poco la que tú nos cuentas: violencia física, psicológica y el ver quién va por encima del otro. En nuestro caso eran los 80, y muchas cosas eran como eran en las familias. Las madres no solían oponerse a lo que decían o hacían los padres y las situaciones eran insostenibles. Esa fue mi experiencia, al menos. Por suerte yo pude reconciliarme con todo aquello.
De tu carta me quedo con muchas cosas, pero quizá la más importante para mí es «abrazar las emociones», porque eso es lo que llevo haciendo desde que vivo solo y tengo libertad para hacer lo que me plazca. Curiosamente fue al hacerlo, cuando empecé a detectar eso otro que hablamos en su día de las PAS, y que yo no supe que tenía, hasta conocerte y descubrirte en Substack.
Gran sabio Carl Jung. Y qué cierto es que las emociones que reprimes o ignoras, tarde o temprano, acaban manifestando cosas peores. ¿Algún día nos daremos cuenta?
Me quedo también con algo importante que yo nunca he valorado: tratar a las emociones de forma distinta. Coincido que es un error tratarlas de positivas o negativas. Yo considero que todas las emociones son necesarias en la vida. Si las tratamos como negativas, por ejemplo, estamos criminalizándolas, como poco. Prefiero tu enfoque: cómodas o incómodas. ¡Me encanta!
Muchísimas gracias por tu feedback, como siempre concienzudo y amable. 🙏 Es un gustazo saber qué cosas son las que más le llegan a la otra persona. Qué te voy a contar a ti, ¿verdad? Uno lanza un montón de semillas al viento, algunas de ellas arraigan en el otro, y es tan amable como para decírtelo. Qué hermoso.
Y qué bonita aventura ésta la de escribir, como decíamos el otro día.
Sobre lo que comentabas hace unas semanas, en no recuerdo qué post (creo que otro de los míos) de que empezaste a notar "cosas" distintas o nuevas en ti a partir de vivir solo, a mí me pasó algo similar (para no variar 😂). Decías que no sabías si siempre habías sido altamente sensible o no, pero que lo estabas notando especialmente en estos últimos años.
En mi caso no fue hasta vivir sola por primera vez y tener tiempo para hacer verdadera introspección y un trabajo de sanación que me di cuenta de que había estado toda la vida con las emociones y el cuerpo bloqueados. Congelados, más bien.
Fue empezar con la meditación, mindfulness, yoga, terapias corporales varias... y empezar a notar todo lo que llevaba décadas bloqueando. Y la verdad, fue bastante abrumador. Porque supuso "destaponar" lo que había estado reprimiendo desde la infancia, y al mismo tiempo reconectar con mi alta sensibilidad, que como ya sabes "tiene sus más y sus menos"... 😅
Fue una época muy positiva porque aprendí a relacionarme con mi mundo emocional, iba a decir "desde cero", pero fue más bien desde -100. Básicamente fue como aprender a conducir con un coche destartalado, con el volante a la derecha, y en llamas... 🤣🤣🤣
Eso sí, aprender aprendí!
Me alegra que tú también hayas llegado por otras vías a la conclusión de que tenías que abrazar tus emociones. No muchos hombres llegan solos a esa conclusión, creo yo, por aquello de los "mandatos" no escritos de género. 🤔
En fin, aquí cada uno/a haciéndose cargo de su pequeño metrito cuadrado. Es fantástico. 😊
Escribir es una aventura increíble Clara. Y qué te voy a decir de esta especie de correspondencia epistolar que tenemos en Substack. ❤️ Si ya me gustaba escribir para mí, imagínate ahora que tengo la posibilidad de encontrar personas como tú, al otro lado de la red. Es simplemente emocionante. 🤗
Muy interesante, Clara! Me ha gustado mucho cómo has puesto tu ejemplo personal para ilustrarlo, me he sentido muy reflejada en muchas de esas acciones. Aún sabiendo más sobre gestión emocional hoy en día aún caigo en excederme con alguna cosa (leer, trabajo, comida, tareas varias) cuando las emociones me desbordan. Respirar y sentir la ansiedad, estar con ella como si cogiera de la mano a mi niña interior, es el mejor antídoto que he encontrado. Un abrazo! M
Hola Marta! Es cierto que la ansiedad pide ser abrazada, sí. 😌 La primera reacción es pelearse contra ella, pero creo que es mucho mejor abrazarla y respirar con ella. No es más que una llamada de socorro de nuestro interior, un aviso de que nos hemos salido de nuestro centro, por la razón que sea. Esto me costó muchos años comprenderlo... 😬
Gracias por pasarte a compartir tu experiencia! Me alegro de que hayas resonado con la mía, y de que estemos en el mismo camino de poner consciencia a nuestra experiencia humana compartida. Que no es poca cosa. 😅
¡Gracias Clara por tu carta! Hoy me ha venido como anillo al dedo, sobre ese miedo que he estado sintiendo durante toda la semana y según te iba leyendo, iba abrazándolo y aceptando que me atravesara.
Muchas gracias por compartir tu experiencia vital, Clara <3
Además de que hablar de emociones cómodas o incómodas supone no juzgar las emociones como buenas o malas, sino sencillamente referirnos a su complejidad, creo que también permite romper con el molde dual o binario de las emociones, que siempre se entienden como buenas o malas, cómodas o incómodas, en función de una categoría rígida e impermeable. Quiero decir que más allá de pasar a hablar de la emoción de la felicidad como algo bueno a cómodo, y del miedo como algo malo a incómodo, podemos ver también que un exceso de felicidad puede resultar incómodo y un poco de miedo quizás no cómodo, pero desde luego no necesariamente incómodo. Ser más capaces de ver, de este modo, que no son tanto las emociones en sí como, tal y como explicas, la forma de entenderlas, con el fin de abrirnos a ellas para ser capaces de conocer y conocernos.
Un abrazo grande.
Eso es, Estela. Es una forma flexible y abierta de relacionarse con las emociones que aprendí (o más bien empecé a ensayar) a través del zen, y que después acabé de abrazar al comprobar que era el único enfoque que realmente me resultaba productivo (y sanador-sano).
Otro abrazo grande para ti. Y gracias a ti por leerme. 😊🙏
Hola Clara. Me ha gustado saber un poquito más de ti. 😉
Me doy cuenta de que tengo, como hemos comentado alguna vez, muchas cosas en común contigo. Y es que lo que nos cuentas acerca de tus padres, es lo que me ocurría a mí con el mío. Yo tenía en mi casa las dos versiones, la de mi madre que siempre era un solete, y la de mi padre, cuya relación fue como poco la que tú nos cuentas: violencia física, psicológica y el ver quién va por encima del otro. En nuestro caso eran los 80, y muchas cosas eran como eran en las familias. Las madres no solían oponerse a lo que decían o hacían los padres y las situaciones eran insostenibles. Esa fue mi experiencia, al menos. Por suerte yo pude reconciliarme con todo aquello.
De tu carta me quedo con muchas cosas, pero quizá la más importante para mí es «abrazar las emociones», porque eso es lo que llevo haciendo desde que vivo solo y tengo libertad para hacer lo que me plazca. Curiosamente fue al hacerlo, cuando empecé a detectar eso otro que hablamos en su día de las PAS, y que yo no supe que tenía, hasta conocerte y descubrirte en Substack.
Gran sabio Carl Jung. Y qué cierto es que las emociones que reprimes o ignoras, tarde o temprano, acaban manifestando cosas peores. ¿Algún día nos daremos cuenta?
Me quedo también con algo importante que yo nunca he valorado: tratar a las emociones de forma distinta. Coincido que es un error tratarlas de positivas o negativas. Yo considero que todas las emociones son necesarias en la vida. Si las tratamos como negativas, por ejemplo, estamos criminalizándolas, como poco. Prefiero tu enfoque: cómodas o incómodas. ¡Me encanta!
Gracias por estar. ❤️
👉 🌸
Hola Jaime! 😊
Muchísimas gracias por tu feedback, como siempre concienzudo y amable. 🙏 Es un gustazo saber qué cosas son las que más le llegan a la otra persona. Qué te voy a contar a ti, ¿verdad? Uno lanza un montón de semillas al viento, algunas de ellas arraigan en el otro, y es tan amable como para decírtelo. Qué hermoso.
Y qué bonita aventura ésta la de escribir, como decíamos el otro día.
Sobre lo que comentabas hace unas semanas, en no recuerdo qué post (creo que otro de los míos) de que empezaste a notar "cosas" distintas o nuevas en ti a partir de vivir solo, a mí me pasó algo similar (para no variar 😂). Decías que no sabías si siempre habías sido altamente sensible o no, pero que lo estabas notando especialmente en estos últimos años.
En mi caso no fue hasta vivir sola por primera vez y tener tiempo para hacer verdadera introspección y un trabajo de sanación que me di cuenta de que había estado toda la vida con las emociones y el cuerpo bloqueados. Congelados, más bien.
Fue empezar con la meditación, mindfulness, yoga, terapias corporales varias... y empezar a notar todo lo que llevaba décadas bloqueando. Y la verdad, fue bastante abrumador. Porque supuso "destaponar" lo que había estado reprimiendo desde la infancia, y al mismo tiempo reconectar con mi alta sensibilidad, que como ya sabes "tiene sus más y sus menos"... 😅
Fue una época muy positiva porque aprendí a relacionarme con mi mundo emocional, iba a decir "desde cero", pero fue más bien desde -100. Básicamente fue como aprender a conducir con un coche destartalado, con el volante a la derecha, y en llamas... 🤣🤣🤣
Eso sí, aprender aprendí!
Me alegra que tú también hayas llegado por otras vías a la conclusión de que tenías que abrazar tus emociones. No muchos hombres llegan solos a esa conclusión, creo yo, por aquello de los "mandatos" no escritos de género. 🤔
En fin, aquí cada uno/a haciéndose cargo de su pequeño metrito cuadrado. Es fantástico. 😊
Un abrazo grande Jaime! Gracias a ti, siempre.
👉🌷
Escribir es una aventura increíble Clara. Y qué te voy a decir de esta especie de correspondencia epistolar que tenemos en Substack. ❤️ Si ya me gustaba escribir para mí, imagínate ahora que tengo la posibilidad de encontrar personas como tú, al otro lado de la red. Es simplemente emocionante. 🤗
Sí que lo es. 🥰
Muy interesante, Clara! Me ha gustado mucho cómo has puesto tu ejemplo personal para ilustrarlo, me he sentido muy reflejada en muchas de esas acciones. Aún sabiendo más sobre gestión emocional hoy en día aún caigo en excederme con alguna cosa (leer, trabajo, comida, tareas varias) cuando las emociones me desbordan. Respirar y sentir la ansiedad, estar con ella como si cogiera de la mano a mi niña interior, es el mejor antídoto que he encontrado. Un abrazo! M
Hola Marta! Es cierto que la ansiedad pide ser abrazada, sí. 😌 La primera reacción es pelearse contra ella, pero creo que es mucho mejor abrazarla y respirar con ella. No es más que una llamada de socorro de nuestro interior, un aviso de que nos hemos salido de nuestro centro, por la razón que sea. Esto me costó muchos años comprenderlo... 😬
Gracias por pasarte a compartir tu experiencia! Me alegro de que hayas resonado con la mía, y de que estemos en el mismo camino de poner consciencia a nuestra experiencia humana compartida. Que no es poca cosa. 😅
Un abrazo grande! 💚🥰
¡Gracias Clara por tu carta! Hoy me ha venido como anillo al dedo, sobre ese miedo que he estado sintiendo durante toda la semana y según te iba leyendo, iba abrazándolo y aceptando que me atravesara.
Gracias por compartirte y también tu sabiduría 🩵
Qué bien Isabel! 🤗 No sabes cuánto me alegra que te haya servido en tu momento actual.
Gracias a ti por estar! 😊 Un besazo.