Pues estoy en un momento con bastante poca fe en la humanidad, pero por aquí en substack encuentro gente amable y conversaciones interesantes 😊 me agarro a eso
Yo estoy como Sergio, lo que veo día a día NO me gusta y me ha robado casi toda la fe. Sigo teniéndola en mi, en el universo, pero no en la humanidad. Fíjate q leyendo la anécdota una parte de mi piensa: igual ahora se larga con ese dinero y os ha estafado a todos… xq no me extrañaría, hemos visto casos, y seguiremos viéndolos…
Jajaja ya... sabía que a más de uno se os pasaría por la cabeza la duda de si el chico de la anécdota nos estafó... creo que una buena dosis de escepticismo y cautela es imprescindible en los tiempos que corren. Pero vamos, me sorprendería mucho que lo de este chico fuera una estafa. Es un chaval que se le ve muy honesto y con valores.
De todas formas, me da la impresión que muchas personas "neptunianas" (si no casi todas) estamos pasando una especie de crisis de esperanza o fe en el futuro. Y creo que es lo más normal, y probablemente es la respuesta más sana a todo lo que está pasando a nivel global y social.
Aun así, yo me planteo hasta qué punto lo que vemos es *lo que hay*, o nuestra percepción está sesgada. En primer lugar por lo que nos muestran los mass media, que generan efectos dominó en la percepción y el comportamiento colectivo, y luego también por nuestros propios sesgos internos (en mi caso, por ejemplo, los eventos traumáticos, que distorsionaban mi percepción de la realidad).
En cualquier caso, me alegro de que aún conserves intacta tu fe en ti misma y en la Vida/Universo, porque eso es lo más importante. Sólo a partir de ahí se puede construir algo. Lo que sea. 😌
Gracias por leerme, Cristina. Y gracias por pasarte a dejar tu visión sobre este tema tan peliagudo.
Clara ♥️🥹 Qué belleza la intimidad que compartes en esta carta. Me tocó profundamente. Soy una persona muy inocente todavía, y resueno tanto con el dolor que implica quitarse la venda de los ojos. Por un lado duele… pero por otro, tus palabras me han inspirado —como tantas veces— a escribir una lista de pequeñas cosas que me devuelven la fe en la humanidad.
Estoy sosteniendo tu pregunta. Hoy no puedo responderla. Últimamente mi cabeza se siente como un hoyo negro de desesperanza. A veces miro el “blueprint” del mundo y todo parece oscuro. Las guerras, los niños sufriendo… me abruma profundamente. Soy sensible, y muchas veces me siento impotente ante tanto dolor.
Pero también creo que perder la esperanza no es un lujo que podamos darnos.
Justo leí una frase en un libro: alguien le preguntó a Audre Lorde si había esperanza, y ella respondió: “no sé, pero hay que actuar como si la hubiera”.
Creo que mirar hacia esos momentos en los que el ser humano trasciende las diferencias —el bien y el mal, la religión, la raza, la geografía— nos permite ver el amor con claridad. Resueno mucho con lo que dices: nadie se salva solo, y la respuesta al dolor es colectiva.
Yo también tengo fe en la humanidad cuando veo gestos como el tuyo. Cartas como esta, llenas de sensibilidad, sostienen la esperanza. Gracias por escribirla.
Espero volver pronto con una historia que me devuelva la mirada, porque hoy, la tuya me ayudó a abrirla un poco más. 🫂🥹✨
Mil gracias por tus palabras, Camila. Ya sabrás que, cuando escribimos algo para publicarlo, sólo con que una persona resuene con el texto y las palabras le toquen el corazón, ya se siente por dentro ese sentimiento tan cálido de "misión cumplida". 😌
Yo tampoco tengo respuestas, amiga mía. Pero me han resonado mucho estas palabras tuyas:
"Pero también creo que perder la esperanza no es un lujo que podamos darnos.
Justo leí una frase en un libro: alguien le preguntó a Audre Lorde si había esperanza, y ella respondió: “no sé, pero hay que actuar como si la hubiera”.
La desesperanza es algo terrible. La desesperanza mata. A nivel personal, y también a nivel colectivo. Por eso estoy totalmente de acuerdo en que no podemos permitirnos el lujo de perder totalmente la esperanza.
Y no lo digo porque piense que quien se siente desesperanzado esté haciendo algo mal, o que no esté viendo la realidad tal y como es. Normalmente, las PAS solemos tener una perspectiva más amplia de las cosas, porque somos bastante reflexivas y observadoras.
Lo que digo es que, cuando la desesperanza es total al 100%, lo siguiente es la decadencia cuesta abajo y sin remedio.
Por eso soy tan cuidadosa de no dejarme llevar hasta el límite de la negrura por mi pesimismo (que, aunque no lo parezca, a veces soy muy pesimista), pues sé que allá abajo, si te quedas ahí, ya no hay vuelta atrás.
Y fíjate, que vuestras respuestas me tienen pensando si las PAS no estaremos llamadas a dar un paso al frente en estos tiempos y liderar con el ejemplo, al menos en nuestras comunidades locales. Porque sé que, al menos a mí, de las cosas que más me están devolviendo un poco la fe es conocer gente bonita que está haciendo cosas buenas por el mundo sin esperar ningún beneficio personal ni egóico a cambio. Hay MUCHA gente así, Camila. Mucha. Lo que pasa es que las personas así no suelen hacer ruido, ni anunciar "a bombo y platillo" sus esfuerzos y sus logros. Suelen ser personas humildes y entregadas a sus metas.
¿No será que las personas altamente sensibles tenemos que empezar ahora a alzar nuestras voces y liderar a los demás con el ejemplo, un ejemplo sencillo y silencioso, pero ejemplo al fin y al cabo?
Lo digo porque la mayor parte de la gente se deja llevar por la corriente del pensamiento colectivo y el comportamiento normalizado, y así nos va... los referentes de los que disponemos actualmente y que crean las tendencias (celebrities, influencers, políticos...) son bastante deplorables; y no tenemos casi referentes de "buenas prácticas". O no trascienden.
No sé, son cosas que ando pensando hoy, tras leer vuestras opiniones. No son pensamientos muy elaborados.
En fin Camila... gracias por leerme, y gracias por escribirme un comentario tan sentido y bonito. Me has alegrado el día. 😌🙏 Seguimos caminando juntas estos tiempos. 💜
Clara… qué forma de sentir que me leo a mí misma cada vez que te leo.
La mezcla de desilusión, duelo, lucidez, ternura… todo coexistiendo en un corazón sensible que no se resigna a volverse cínico, aunque a veces duela tanto.
Tu historia, tu proceso, y ese pequeño gran milagro me recuerdan que, incluso cuando todo parece oscuro, hay fogatas encendidas en medio del bosque. Y que tú, con tus cartas, eres una de esas luces para muchos de nosotros.
Gracias por ser luz, y por no dejar que ese sufrimiento te la robe.
Ay Cristina, qué cosas más lindas me dices. 😌 La verdad es que me estoy dando cuenta, según voy encontrando eso que llaman "mi voz", que una parte importante de mi mensaje tiene que ver con transmitir una chispa de luz entre medias del caos y la oscuridad. No pretendo ser yo la chispa, sino señalarla con el dedo. Pero al final vosotros la estáis viendo en mí, y no sé qué hacer con tanto amor... Respirármelo, supongo. 😅
Te cuento que yo tengo una sensación similar contigo cuando te leo. Es como si leyese las palabras de un alter ego. 😊 Y te veo como una chispa de luz alumbrando por donde pasas.
Gracias por leerme Cristina. Y por dejarme tu cariño por aquí, en forma de palabras. 💜
Lo primero: sí, creo que tú sí eres la chispa, no solo la señalas. Porque no es fácil lograr que tu luz no se apague, y eso hace que la contagies y, como dices, alumbres por donde pasas. Así que bien de respirarse ese amor!!! ❤️
Y qué bonito leer eso, gracias infinitas, de corazón. Qué bueno poder leernos y seguir regando esos jardincitos. Un abrazo enorme
Creo que la pregunta de creer en la humanidad no puede tener respuesta. Hay una escala de grises tan amplia que no se puede responder con un monosílabo. Hay personas buenas en general, gente que solo es buena dentro de su familia pero luego odian al externo y lo mismo a la inversa.
Pero en general tengo poca fe en la capacidad de la gente buena en cambiar la realidad actual. Los "malos" nos manejan a placer y en algun momento algo colapsará y lo pasaremos mal.
Supongo que la esperanza residiría en una cuestión de porcentajes. En qué proporción de claros y oscuros nos componen, tanto a nivel individual, como a nivel colectivo. Porque luces y sombras siempre va a haber (no puede ser de otra forma), pero el resultado no es el mismo si lo que predomina es una polaridad o la otra. 🤔🤔
Y sobre todo, como tú dices, si la polaridad que predomina en las élites que mueven los hilos es la oscuridad.
Gracias por leerme, como siempre, y por dejarnos por aquí tu visión al respecto. 🙏🙏
Gracias, Clara, por compartir ese difícil capítulo de tu historia personal. Me siento honrada cada vez que alguien se comparte y me da fuerzas para seguir haciéndolo también. Porque, ¿sabes? No sólo he descubierto que es muy sanador para una misma, sino que eso hace que otros comiencen a indagar en su propia historia y se decidan a contar lo que nos une a todos. Es en este tipo de intercambios donde creo en la humanidad, pero no tengo mucha esperanza, la verdad.
Pues no lo había mirado así nunca antes, ¿sabes? No había caído en que hay una chispa de esperanza en que nos juntemos a compartir sobre lo que duele, de esta manera.
Hace poco leí a alguien decir que las generaciones que ahora estamos vivas somos las que más traumas transgeneracionales estamos teniendo que sanar, que somos las "generaciones heridas". No sé si es tan así, porque catástrofes y genocidios y crueldad ha habido "a capazos" en los últimos milenios. El trauma no es cosa de hace dos días, aunque lo que sí que es nuevo es el interés en el desarrollo interior y la sanación.
Creo que una de las muchas cosas que están pasando a nivel mundial es eso, un cierto movimiento de sanación colectivo (no de todo el mundo, eso sí). O un intento, al menos.
Tu comentario me ha hecho pensar en que el trauma se sana (en parte) compartiéndolo. No volcándolo en el otro, sino mostrándolo, hablándolo con vulnerabilidad y madurez, y dejándose acompañar en ese compartir. Y acompañando al otro en el suyo.
Digo esto porque este "trending topic" de la vulnerabilidad, más allá de que esté siendo utilizado por algunas personas para ganar audiencia (como tú decías hace unas semanas), puede ser la cara visible de un movimiento subterráneo de sanación colectiva. O al menos, de una parte del colectivo.
Así que gracias por señalarlo, Laura. Y gracias por ser parte de este intercambio bonito. Y de este movimiento colectivo hacia la sanación, también. 😌
¡Oh, Clara! Lo has descrito a las mil maravillas 😍✨. Parte del proceso de sanación está en sacar a la luz todo lo que todos llevamos dentro pero nunca nos atrevemos a contar, sin caer en el voyeurismo, como tú muy bien dices. Así que suscribo todas tus palabras. ¡Gracias!
Me encantó. Qué bello recuperar la fe 🙏. Esta mañana pensé, si te falta fe. Actúa como si la tuvieras. Y me sirvió. No te recibo en el correo. No sé si va a otra bandeja. Tendría que comprobar! Que rabia!!
Gracias por avisarme, voy a echar un vistazo a ver si veo si se te envió o no.
Y gracias por pasarte a decir que te gustó la carta! Me alegra mucho que te haya resonado. 😊 "Si te falta fe, actúa como si la tuvieras". Se podría intentar, sí. La verdad es que nunca se me había ocurrido verlo así!
Tal vez se pueda tener fe en la humanidad en el largo plazo. Creo que estamos mejor que hace 50 años, 100 o 200. Pero en el día a día cuesta muchísimo; no hay más que ver un rato las noticias. Los avances a gran escala son muy lentos y ahora mismo parece que estamos yendo hacia atrás.
Me quedo, para no caer en un profundo pesimismo, con los pequeños actos individuales como el caso del chico al que han ayudado con su deuda.
Sí, yo emplazo la poca esperanza que tengo, en el largo plazo. No en el medio ni corto. Si miramos a nuestro alrededor, el corto plazo se presenta aún más oscuro que el presente (creo yo, aunque puedo estar equivocada). Y el medio plazo… muy incierto, puede que oscuro también.
Pero igual que creo en la evolución de las especies, y en la de la consciencia universal a través de ellas, no me sorprendería que el futuro fuese mejor que el presente. Al fin y al cabo, y como tú dices, estamos mejor que hace 200 años. Y la gente de hace 200 años estaban mejor que hace 2.000 o 3.000.
Por otro lado, también están las cosmovisiones y filosofías que aseguran que las civilizaciones aumentan y disminuyen en su nivel de consciencia (y de prosperidad, equilibrio, sabiduría…) de forma cíclica, en un ciclo de 25.000 años. Es el tiempo que tarda nuestro sistema solar en dar una vuelta alrededor del centro de la galaxia. Lo decían los mayas, los vedas, y creo que también varias tradiciones chamánicas.
Y, si hacemos caso de todo eso, estaríamos ahora mismo saliendo de la fase más oscura de ese ciclo, y empezando a entrar lentamente en una más luminosa. Pero sí, estaríamos hablando de plazos muy largos de tiempo…
En fin, Íñigo. Que nosotros creo que sólo veremos, con suerte, los inicios de un cambio. Que no sabemos si acabará mejor o peor que como venimos estando. Yo espero que mejor.
Un abrazo, y gracias por pasarte a dejar tu opinión. 😊
Me ha encantado cómo has contado tu historia. Gracias por compartir tu visión y tus sentimientos de esa forma, tan transparente y honesta.
Me alegra saber que ya no ves todo tan negativamente, y también que esa persona que necesitaba ayuda la obtuviera.
Sin embargo —y no es por ser aguafiestas—, desde mi perspectiva lo veo algo muy minoritario.
En mi caso, he conocido a quienes han tenido gestos totalmente desinteresados, de esa humanidad en grave peligro de extinción, que va más allá de ideologías o culturas. Pero las excepciones no confirman ninguna regla. Puedo contar con los dedos de las manos las personas realmente "buenas" de corazón que he conocido a lo largo de mi vida. Sé que habrá miles, pero somos más de 8.000 millones en el planeta.
No tengo ninguna esperanza en la humanidad. Me parece que sostener lo poco que queda de ella es un auténtico ejercicio de resistencia, en una guerra que, considero, ya perdimos hace tiempo.
No veo todo oscuro, ya que para mí la vida, la existencia, el universo... es más que la humanidad. Así como el amor no es patrimonio humano, tampoco lo es el futuro.
No tenemos por qué flagelarnos obligándonos a nosotros mismos a tener fe. Esperanza, de algún modo, es esperar. Yo no espero nada ya. Y, de la misma forma, tampoco hay por qué abrazar el nihilismo.
El sentido de la existencia, la verdad, el amor, etc., es independiente de que lo veamos o no.
Carecemos de capacidad como seres humanos para determinar qué es cada cosa; todo es o no es lo entendamos o no. Solo podemos observar y vibrar en una frecuencia o en otra.
En este mundo ya se decidió querer cambiarlo todo continuamente por la fuerza, poniéndole nombre a lo que no se entiende. Mientras la voluntad general no sea contraria, y se deje de alimentar esa dinámica, ese sistema, poco podemos hacer.
Sea como sea, celebro esa energía que emana de ti y compartes. Ahí es donde radica lo que queda de esa humanidad digna de conservarse.
Hola Javier, muchas gracias por tomarte el tiempo de compartir tu opinión de forma tan sincera y bien explicada. ¿Sabes? La profunda aceptación desde la que te expresas es algo sanador, y creo que muy necesario para estos tiempos. Me ha recordado a un movimiento que empezó hace unos años a partir de la publicación de un paper sobre el cambio climático, "Deep Adaptation" se llamaba. Todo el movimiento se basa en la aceptación de la realidad de que, probablemente, nuestra sociedad va a colapsar tal y como la conocemos en los próximos años/décadas, debido a todos los cambios medioambientales que el planeta está sufriendo. (Y yo añadiría que también debido a la crisis de valores humanos que arrastramos desde hace tiempo).
Pero que probablemente todo este tinglado se vaya a desmoronar bajo el peso de tanta mierda insostenible no significa que *todo* se vaya a destruir, incluyendo en esto a nuestra especie. De hecho, el derrumbe podría ser menos doloroso para todos, y la posterior reconstrucción de algo distinto menos complicada, si desde ahora mismo quienes tenemos ciertas ideas de cómo podrían hacerse las cosas lo transmitiésemos al resto.
Cada vez veo más claro que las personas con un mayor nivel de consciencia tenemos una responsabilidad que asumir respecto a lo que está pasando a nivel global. Y no porque haya un decreto "divino" que lo ordene, sino porque somos los únicos que podemos hacer realmente algo que cambie las cosas. El resto no puede, Javier. No saben. Y no quieren, pero porque no acaban de entender las repercusiones de su no querer.
Una de las cosas que he comprendido en los últimos años, es que la mayor parte de la gente (y te hablo de una GRAN, GRAN parte) no piensa por sí misma, ni actúa movida por su conciencia. La mayor parte de la gente se mueve en base a la necesidad de pertenecer, es decir, hacen lo que la mayoría. Hacen lo que pueden, con lo que tienen de autoconsciencia.
Pero no es que sean mala gente, es que no han desarrollado una autonomía psicológica (aunque a todo el mundo le guste creer que sus opiniones son de su autoría, y que sus actos son elegidos libremente).
La mayor parte de la Humanidad necesita una guía, al menos en este momento o fase de nuestra evolución colectiva. Y a quiénes tienen de guías? ¿Qué ejemplos siguen, qué valores rigen a la sociedad actual?
No sé Javier, estoy muy de acuerdo en que la aceptación radical es la base para poder vivir con consciencia en estos tiempos. No es saludable vivir soliviantados, ni aterrorizados, ni amargados. Y es cierto que, al ampliar mucho el foco, nos damos cuenta de que todo es cíclico, y todo es relativo. Ni el ser humano es importante, ni tampoco creo que ésta sea la primera gran crisis que vive nuestra especie.
Pero ¿y si utilizásemos esa profunda aceptación para dar pasos hacia algo positivo? La aceptación de Lo Que Es y la acción consciente no son mutuamente excluyentes, y de hecho, son la unión de los opuestos complementarios. Es el famoso Wu-wei, la acción sin expectativas.
No sé, ahí lo dejo... 😌
Mil gracias de nuevo por tu cariñosa respuesta (y lectura). Es un lujo tenerte por aquí de receptor de mis "movidas". 😄 Un gran abrazo.
Entiendo lo que dices, Clara, incluyendo lo que comentas en otras respuestas. Es una visión muy optimista y hermosa, pero también un tanto idealizada.
Yo lo veo desde otro punto:
No considero que solo exista la opción de vivir en paz teniendo esperanza. Desde mi perspectiva, entiendo que se puede vivir sin ella y no caer en la depresión ni abrazar el nihilismo. No hay por qué pensar que todo es oscuro y que no se pueda disfrutar lo que nos ofrece la vida. Puedo disfrutar de un anochecer, de una sonrisa o de una conversación, tenga o no esperanza en que la humanidad prospere. La vida contiene a la humanidad, no la humanidad a la vida. Y existen otras especies.
Llevas razón en que las personas conscientes tienen cierta responsabilidad, es una cuestión innegable. Sin embargo, considero que el sacrificio no tiene por qué entrar en nuestros planes, ni hay por qué cargarse en la espalda algo que no podemos sobrellevar ni nos corresponde.
Podemos compartir ideas, reflexiones, ofrecer nuestro arte, explicar a quien quiere entender algo... Pero no podemos intentar convencer a quienes no escuchan ni quieren ser convencidos. Es así de crudo. Porque no hablamos de convencer sobre una ideología, sino de que el barco se va a pique.
Desde ese enfoque, la primera sensación que le viene a alguien que es consciente de ello es convencer a los demás para que el barco no se hunda. Pero el problema humano es que la gente no quiere entender algo tan "negativo" o que implique responsabilizarse, salir de su zona de confort. Por lo tanto, niegan que el barco se hunde, igual que negarían que las llamas de una casa la destruyen por completo. En este caso, sería como si alguien gritase que hay fuego y otros no quisieran aceptar que es así hasta que fuese demasiado tarde.
Vivimos en una época donde el hedonismo se ha hecho fuerte, y se ha comprado el discurso de "vivir la vida, que son dos días" sin que a casi nadie le importen las consecuencias. Ese intento de ser "feliz" hace fuerte a un sistema que está devorándolo todo, ya que de forma inconsciente está siendo alimentado. Los políticos actuales son una consecuencia; son la basura que flota y lo primero que se ve. Son aquello sobre lo que la gente canaliza su odio, extendiéndolo hacia quienes apoyan a los de un bando u otro. Si bien las decisiones políticas son un desastre en la mayoría de ocasiones, y el poder del capital es quien verdaderamente mueve los hilos, el origen de la crisis es mucho más profundo.
Las consecuencias serán tremendas. El colapso será algo que no ha ocurrido anteriormente porque nunca hubo esta sobrepoblación, que es uno de los principales problemas que acechan a esta forma de sociedad que se intenta sostener.
Tampoco hay garantías de que esa supuesta "reconstrucción", tras la caída, fuese exitosa o enfocada hacia algo mejor. ¿Creer que sí lo será hará que nuestra vida sea mejor actualmente?
Para mí, la lucha no es el camino. De hecho, si pensamos en luchar, tarde o temprano, surgiría la idea de intentar acabar con todos los que trabajan a favor del statu quo y la opresión. Todos y cada uno de ellos sobrarían. Algo que ya se ha intentado en el pasado, aunque torpemente. Ni siquiera tenemos los recursos para eso. La idea tiene poco recorrido.
Solo queda afrontar lo que somos y lo que tenemos, entendiendo lo que origina el mal y el caos. Eso es lo que yo veo transformador.
Casi todo el mundo parece muy "bueno" porque paga sus impuestos o celebra la Navidad, Semana Santa o los cumpleaños de seres queridos.
Mucha gente tiene la apariencia de tener un buen corazón, pero a la hora de la verdad pueden dejar a alguien en la estacada cuando ven sus supuestos privilegios peligrar, o cuando sienten que sus actos podrían alejarlos de su cultura o de lo que quieren formar parte. En esos casos, aunque sea su indiferencia, puede producir mucho daño, y anteponen sus mierdas materiales o ideológicas a la humanidad. ¿Dónde están ahí los buenos corazones que parecían tener?
Aquellos "inocentes" que se quejan tanto de los políticos los sostienen con sus votos. ¿Tienen buen corazón o son realmente inocentes aquellos que insultan a quienes hacen huelgas? ¿Son simples víctimas quienes etiquetan a un familiar solo por sentir de manera diferente o tener otro tipo de personalidad?
¿Son "gente de bien" aquellos que golpean a sus hijos o los amenazan por no hacer lo que ordenan?
¿Son buenas personas quienes se aprovechan de trabajadores necesitados, explotándolos, o despidiéndolos sin ningún miramiento a las primeras de cambio? O cuando descartan a gente en el proceso de selección, incluso humillándolos... Y todo el dinero ganado actuando de esa forma lo gastan en un capricho o en vacaciones, porque "la vida son dos días y hay que disfrutar".
Muchas de esas personas son las que luego hacen alguna donación, le dan una bicoca a un mendigo, votan a un partido político "por el bien de su país", pagan sus deudas y felicitan el cumpleaños de sus allegados. Aparentes magníficas personas. Sin embargo, son las que alimentan el sistema y, en cualquier momento, te apuñalan por la espalda cuando pueden sacar provecho.
Lamento si parezco muy negativo. No obstante, también soy capaz de ver cosas positivas, como tu carta y las personas con las que vale la pena compartir. Que no es poco.
Es un lujo ser receptor de tus "movidas" y que seas receptora de las mías.
Hola Javier! En primer lugar, gracias (de nuevo) por tomarte el tiempo de elaborar una respuesta tan argumentada. Me has dejado pensando sobre qué responder.
En realidad estamos de acuerdo en la base de todo, sabes? La única diferencia es que yo sí veo ciertas cosas que me dan cierta esperanza sobre el futuro.
Pero la verdad es que ni busco, ni mucho menos me aferro a la esperanza. La esperanza ya la perdí en su momento, y logré aceptar todos los futuribles posibles. Incluso el que más dolor y miedo me podría causar: que se destruya toda la biosfera, o incluso el planeta entero. Logré ampliar la mirada lo suficiente como para entender que, si eso pasara, a pesar de que sería una pérdida tristísima, no sería el fin de todo. Hay trillones de planetas habitables por la vida biológica en el Universo, y estoy segura de que la Tierra no es el único en el que se ha desarrollado un ecosistema complejo y hermoso.
Te digo esto para decir que, si logré aceptar incluso esa posible pérdida, logré aceptar la pérdida de toda esperanza. Y de hecho, continúo viviendo en esa aceptación de que, tal vez, ya sea tarde para nosotros. Incluso para gran parte de la biosfera.
Hago hincapié en lo de la aceptación porque siento que es desde ahí que tú te expresas, desde la tranquilidad que da la aceptación de una pérdida antes de que haya sucedido. Y en eso estamos de acuerdo, o más que de acuerdo, sintonizados.
Lo que le dije a Camila sobre que es peligroso perder totalmente la esperanza en realidad me doy cuenta de que no es así para todo el mundo. Creo que para la mayor parte de la gente sí, porque suele llevar a la depresión o a un nihilismo destructivo o negligente.
Pero hablando contigo, y pensando en mi propio caso, me doy cuenta de que dejar ir toda esperanza no tiene por qué ser peligroso para tooodo el mundo. Si esa falta de esperanza va de la mano de una aceptación radical de lo que es y de lo que podría ser, y no excluye la apertura a todo lo hermoso que sigue estando presente, entonces creo que puede ser una opción saludable como otra cualquiera.
Aun así, yo sigo viendo atisbos de esperanza por aquí y por allá. En ciertos movimientos colectivos, y en mi convicción de que la Historia de la humanidad es mucho más amplia de lo que se nos ha dejado saber, y que ésta es cíclica.
Pero ya te digo que, por mi parte, esos atisbos de esperanza no me sacan de mi base sólida de aceptación de que lo que tenga que ser, va a ser.
No sé si ahora he logrado que se entienda mejor mi postura o mi sentir más bien, que es un poco paradójico. Tengo cierta esperanza, pero no la necesito, porque ya me he hecho a la idea de lo peor. Es más bien que ella insiste en colarse en mi interior. 😊
En fin! Te mando un gran abrazo Javier, gracias por este pequeño debate nuestro. Me gusta que me hagan pensar.
Ese es el punto: que mucha gente asocia la esperanza con vivir bien, y no tenerla con vivir mal o autodestruirse. Sin embargo, has explicado muy claramente que no siempre tiene por qué ser de ese modo. Sin un propósito, debe de ser difícil vivir incluso teniendo esperanzas en algo... Mucha gente cree en el paraíso o en la resurrección, y no parece que eso garantice una vida feliz ni ser buena persona.
Me gusta esa amplitud de miras, y estoy muy de acuerdo en la cuestión de los mundos habitables.
Buen punto... "Mucha gente cree en el paraíso o en la resurrección, y no parece que eso garantice una vida feliz". Supongo que la cosa no es si se tiene esperanza o no, sino qué se hace con ella, para qué se usa.
Pues estoy en un momento con bastante poca fe en la humanidad, pero por aquí en substack encuentro gente amable y conversaciones interesantes 😊 me agarro a eso
Haberla hayla, Sergio… 😌 Agárrate fuerte a eso, que si no, apaga y vámonos.
🙏🙏🙏
Yo estoy como Sergio, lo que veo día a día NO me gusta y me ha robado casi toda la fe. Sigo teniéndola en mi, en el universo, pero no en la humanidad. Fíjate q leyendo la anécdota una parte de mi piensa: igual ahora se larga con ese dinero y os ha estafado a todos… xq no me extrañaría, hemos visto casos, y seguiremos viéndolos…
Pero tu post es necesario, Clara, gracias 😅❤️
Jajaja ya... sabía que a más de uno se os pasaría por la cabeza la duda de si el chico de la anécdota nos estafó... creo que una buena dosis de escepticismo y cautela es imprescindible en los tiempos que corren. Pero vamos, me sorprendería mucho que lo de este chico fuera una estafa. Es un chaval que se le ve muy honesto y con valores.
De todas formas, me da la impresión que muchas personas "neptunianas" (si no casi todas) estamos pasando una especie de crisis de esperanza o fe en el futuro. Y creo que es lo más normal, y probablemente es la respuesta más sana a todo lo que está pasando a nivel global y social.
Aun así, yo me planteo hasta qué punto lo que vemos es *lo que hay*, o nuestra percepción está sesgada. En primer lugar por lo que nos muestran los mass media, que generan efectos dominó en la percepción y el comportamiento colectivo, y luego también por nuestros propios sesgos internos (en mi caso, por ejemplo, los eventos traumáticos, que distorsionaban mi percepción de la realidad).
En cualquier caso, me alegro de que aún conserves intacta tu fe en ti misma y en la Vida/Universo, porque eso es lo más importante. Sólo a partir de ahí se puede construir algo. Lo que sea. 😌
Gracias por leerme, Cristina. Y gracias por pasarte a dejar tu visión sobre este tema tan peliagudo.
Clara ♥️🥹 Qué belleza la intimidad que compartes en esta carta. Me tocó profundamente. Soy una persona muy inocente todavía, y resueno tanto con el dolor que implica quitarse la venda de los ojos. Por un lado duele… pero por otro, tus palabras me han inspirado —como tantas veces— a escribir una lista de pequeñas cosas que me devuelven la fe en la humanidad.
Estoy sosteniendo tu pregunta. Hoy no puedo responderla. Últimamente mi cabeza se siente como un hoyo negro de desesperanza. A veces miro el “blueprint” del mundo y todo parece oscuro. Las guerras, los niños sufriendo… me abruma profundamente. Soy sensible, y muchas veces me siento impotente ante tanto dolor.
Pero también creo que perder la esperanza no es un lujo que podamos darnos.
Justo leí una frase en un libro: alguien le preguntó a Audre Lorde si había esperanza, y ella respondió: “no sé, pero hay que actuar como si la hubiera”.
Creo que mirar hacia esos momentos en los que el ser humano trasciende las diferencias —el bien y el mal, la religión, la raza, la geografía— nos permite ver el amor con claridad. Resueno mucho con lo que dices: nadie se salva solo, y la respuesta al dolor es colectiva.
Yo también tengo fe en la humanidad cuando veo gestos como el tuyo. Cartas como esta, llenas de sensibilidad, sostienen la esperanza. Gracias por escribirla.
Espero volver pronto con una historia que me devuelva la mirada, porque hoy, la tuya me ayudó a abrirla un poco más. 🫂🥹✨
Mil gracias por tus palabras, Camila. Ya sabrás que, cuando escribimos algo para publicarlo, sólo con que una persona resuene con el texto y las palabras le toquen el corazón, ya se siente por dentro ese sentimiento tan cálido de "misión cumplida". 😌
Yo tampoco tengo respuestas, amiga mía. Pero me han resonado mucho estas palabras tuyas:
"Pero también creo que perder la esperanza no es un lujo que podamos darnos.
Justo leí una frase en un libro: alguien le preguntó a Audre Lorde si había esperanza, y ella respondió: “no sé, pero hay que actuar como si la hubiera”.
La desesperanza es algo terrible. La desesperanza mata. A nivel personal, y también a nivel colectivo. Por eso estoy totalmente de acuerdo en que no podemos permitirnos el lujo de perder totalmente la esperanza.
Y no lo digo porque piense que quien se siente desesperanzado esté haciendo algo mal, o que no esté viendo la realidad tal y como es. Normalmente, las PAS solemos tener una perspectiva más amplia de las cosas, porque somos bastante reflexivas y observadoras.
Lo que digo es que, cuando la desesperanza es total al 100%, lo siguiente es la decadencia cuesta abajo y sin remedio.
Por eso soy tan cuidadosa de no dejarme llevar hasta el límite de la negrura por mi pesimismo (que, aunque no lo parezca, a veces soy muy pesimista), pues sé que allá abajo, si te quedas ahí, ya no hay vuelta atrás.
Y fíjate, que vuestras respuestas me tienen pensando si las PAS no estaremos llamadas a dar un paso al frente en estos tiempos y liderar con el ejemplo, al menos en nuestras comunidades locales. Porque sé que, al menos a mí, de las cosas que más me están devolviendo un poco la fe es conocer gente bonita que está haciendo cosas buenas por el mundo sin esperar ningún beneficio personal ni egóico a cambio. Hay MUCHA gente así, Camila. Mucha. Lo que pasa es que las personas así no suelen hacer ruido, ni anunciar "a bombo y platillo" sus esfuerzos y sus logros. Suelen ser personas humildes y entregadas a sus metas.
¿No será que las personas altamente sensibles tenemos que empezar ahora a alzar nuestras voces y liderar a los demás con el ejemplo, un ejemplo sencillo y silencioso, pero ejemplo al fin y al cabo?
Lo digo porque la mayor parte de la gente se deja llevar por la corriente del pensamiento colectivo y el comportamiento normalizado, y así nos va... los referentes de los que disponemos actualmente y que crean las tendencias (celebrities, influencers, políticos...) son bastante deplorables; y no tenemos casi referentes de "buenas prácticas". O no trascienden.
No sé, son cosas que ando pensando hoy, tras leer vuestras opiniones. No son pensamientos muy elaborados.
En fin Camila... gracias por leerme, y gracias por escribirme un comentario tan sentido y bonito. Me has alegrado el día. 😌🙏 Seguimos caminando juntas estos tiempos. 💜
Clara… qué forma de sentir que me leo a mí misma cada vez que te leo.
La mezcla de desilusión, duelo, lucidez, ternura… todo coexistiendo en un corazón sensible que no se resigna a volverse cínico, aunque a veces duela tanto.
Tu historia, tu proceso, y ese pequeño gran milagro me recuerdan que, incluso cuando todo parece oscuro, hay fogatas encendidas en medio del bosque. Y que tú, con tus cartas, eres una de esas luces para muchos de nosotros.
Gracias por ser luz, y por no dejar que ese sufrimiento te la robe.
Ay Cristina, qué cosas más lindas me dices. 😌 La verdad es que me estoy dando cuenta, según voy encontrando eso que llaman "mi voz", que una parte importante de mi mensaje tiene que ver con transmitir una chispa de luz entre medias del caos y la oscuridad. No pretendo ser yo la chispa, sino señalarla con el dedo. Pero al final vosotros la estáis viendo en mí, y no sé qué hacer con tanto amor... Respirármelo, supongo. 😅
Te cuento que yo tengo una sensación similar contigo cuando te leo. Es como si leyese las palabras de un alter ego. 😊 Y te veo como una chispa de luz alumbrando por donde pasas.
Gracias por leerme Cristina. Y por dejarme tu cariño por aquí, en forma de palabras. 💜
Lo primero: sí, creo que tú sí eres la chispa, no solo la señalas. Porque no es fácil lograr que tu luz no se apague, y eso hace que la contagies y, como dices, alumbres por donde pasas. Así que bien de respirarse ese amor!!! ❤️
Y qué bonito leer eso, gracias infinitas, de corazón. Qué bueno poder leernos y seguir regando esos jardincitos. Un abrazo enorme
Gracias a ti, Cristina. 😌🙏
Creo que la pregunta de creer en la humanidad no puede tener respuesta. Hay una escala de grises tan amplia que no se puede responder con un monosílabo. Hay personas buenas en general, gente que solo es buena dentro de su familia pero luego odian al externo y lo mismo a la inversa.
Pero en general tengo poca fe en la capacidad de la gente buena en cambiar la realidad actual. Los "malos" nos manejan a placer y en algun momento algo colapsará y lo pasaremos mal.
Un abrazo Clara
Supongo que la esperanza residiría en una cuestión de porcentajes. En qué proporción de claros y oscuros nos componen, tanto a nivel individual, como a nivel colectivo. Porque luces y sombras siempre va a haber (no puede ser de otra forma), pero el resultado no es el mismo si lo que predomina es una polaridad o la otra. 🤔🤔
Y sobre todo, como tú dices, si la polaridad que predomina en las élites que mueven los hilos es la oscuridad.
Gracias por leerme, como siempre, y por dejarnos por aquí tu visión al respecto. 🙏🙏
Gracias, Clara, por compartir ese difícil capítulo de tu historia personal. Me siento honrada cada vez que alguien se comparte y me da fuerzas para seguir haciéndolo también. Porque, ¿sabes? No sólo he descubierto que es muy sanador para una misma, sino que eso hace que otros comiencen a indagar en su propia historia y se decidan a contar lo que nos une a todos. Es en este tipo de intercambios donde creo en la humanidad, pero no tengo mucha esperanza, la verdad.
Pues no lo había mirado así nunca antes, ¿sabes? No había caído en que hay una chispa de esperanza en que nos juntemos a compartir sobre lo que duele, de esta manera.
Hace poco leí a alguien decir que las generaciones que ahora estamos vivas somos las que más traumas transgeneracionales estamos teniendo que sanar, que somos las "generaciones heridas". No sé si es tan así, porque catástrofes y genocidios y crueldad ha habido "a capazos" en los últimos milenios. El trauma no es cosa de hace dos días, aunque lo que sí que es nuevo es el interés en el desarrollo interior y la sanación.
Creo que una de las muchas cosas que están pasando a nivel mundial es eso, un cierto movimiento de sanación colectivo (no de todo el mundo, eso sí). O un intento, al menos.
Tu comentario me ha hecho pensar en que el trauma se sana (en parte) compartiéndolo. No volcándolo en el otro, sino mostrándolo, hablándolo con vulnerabilidad y madurez, y dejándose acompañar en ese compartir. Y acompañando al otro en el suyo.
Digo esto porque este "trending topic" de la vulnerabilidad, más allá de que esté siendo utilizado por algunas personas para ganar audiencia (como tú decías hace unas semanas), puede ser la cara visible de un movimiento subterráneo de sanación colectiva. O al menos, de una parte del colectivo.
Así que gracias por señalarlo, Laura. Y gracias por ser parte de este intercambio bonito. Y de este movimiento colectivo hacia la sanación, también. 😌
Un abrazote. 💜💜💜
¡Oh, Clara! Lo has descrito a las mil maravillas 😍✨. Parte del proceso de sanación está en sacar a la luz todo lo que todos llevamos dentro pero nunca nos atrevemos a contar, sin caer en el voyeurismo, como tú muy bien dices. Así que suscribo todas tus palabras. ¡Gracias!
Gracias a ti, Laura. 🥰🥰
Me encantó. Qué bello recuperar la fe 🙏. Esta mañana pensé, si te falta fe. Actúa como si la tuvieras. Y me sirvió. No te recibo en el correo. No sé si va a otra bandeja. Tendría que comprobar! Que rabia!!
Gracias por avisarme, voy a echar un vistazo a ver si veo si se te envió o no.
Y gracias por pasarte a decir que te gustó la carta! Me alegra mucho que te haya resonado. 😊 "Si te falta fe, actúa como si la tuvieras". Se podría intentar, sí. La verdad es que nunca se me había ocurrido verlo así!
Tal vez se pueda tener fe en la humanidad en el largo plazo. Creo que estamos mejor que hace 50 años, 100 o 200. Pero en el día a día cuesta muchísimo; no hay más que ver un rato las noticias. Los avances a gran escala son muy lentos y ahora mismo parece que estamos yendo hacia atrás.
Me quedo, para no caer en un profundo pesimismo, con los pequeños actos individuales como el caso del chico al que han ayudado con su deuda.
Un saludo!
Sí, yo emplazo la poca esperanza que tengo, en el largo plazo. No en el medio ni corto. Si miramos a nuestro alrededor, el corto plazo se presenta aún más oscuro que el presente (creo yo, aunque puedo estar equivocada). Y el medio plazo… muy incierto, puede que oscuro también.
Pero igual que creo en la evolución de las especies, y en la de la consciencia universal a través de ellas, no me sorprendería que el futuro fuese mejor que el presente. Al fin y al cabo, y como tú dices, estamos mejor que hace 200 años. Y la gente de hace 200 años estaban mejor que hace 2.000 o 3.000.
Por otro lado, también están las cosmovisiones y filosofías que aseguran que las civilizaciones aumentan y disminuyen en su nivel de consciencia (y de prosperidad, equilibrio, sabiduría…) de forma cíclica, en un ciclo de 25.000 años. Es el tiempo que tarda nuestro sistema solar en dar una vuelta alrededor del centro de la galaxia. Lo decían los mayas, los vedas, y creo que también varias tradiciones chamánicas.
Y, si hacemos caso de todo eso, estaríamos ahora mismo saliendo de la fase más oscura de ese ciclo, y empezando a entrar lentamente en una más luminosa. Pero sí, estaríamos hablando de plazos muy largos de tiempo…
En fin, Íñigo. Que nosotros creo que sólo veremos, con suerte, los inicios de un cambio. Que no sabemos si acabará mejor o peor que como venimos estando. Yo espero que mejor.
Un abrazo, y gracias por pasarte a dejar tu opinión. 😊
Me ha encantado cómo has contado tu historia. Gracias por compartir tu visión y tus sentimientos de esa forma, tan transparente y honesta.
Me alegra saber que ya no ves todo tan negativamente, y también que esa persona que necesitaba ayuda la obtuviera.
Sin embargo —y no es por ser aguafiestas—, desde mi perspectiva lo veo algo muy minoritario.
En mi caso, he conocido a quienes han tenido gestos totalmente desinteresados, de esa humanidad en grave peligro de extinción, que va más allá de ideologías o culturas. Pero las excepciones no confirman ninguna regla. Puedo contar con los dedos de las manos las personas realmente "buenas" de corazón que he conocido a lo largo de mi vida. Sé que habrá miles, pero somos más de 8.000 millones en el planeta.
No tengo ninguna esperanza en la humanidad. Me parece que sostener lo poco que queda de ella es un auténtico ejercicio de resistencia, en una guerra que, considero, ya perdimos hace tiempo.
No veo todo oscuro, ya que para mí la vida, la existencia, el universo... es más que la humanidad. Así como el amor no es patrimonio humano, tampoco lo es el futuro.
No tenemos por qué flagelarnos obligándonos a nosotros mismos a tener fe. Esperanza, de algún modo, es esperar. Yo no espero nada ya. Y, de la misma forma, tampoco hay por qué abrazar el nihilismo.
El sentido de la existencia, la verdad, el amor, etc., es independiente de que lo veamos o no.
Carecemos de capacidad como seres humanos para determinar qué es cada cosa; todo es o no es lo entendamos o no. Solo podemos observar y vibrar en una frecuencia o en otra.
En este mundo ya se decidió querer cambiarlo todo continuamente por la fuerza, poniéndole nombre a lo que no se entiende. Mientras la voluntad general no sea contraria, y se deje de alimentar esa dinámica, ese sistema, poco podemos hacer.
Sea como sea, celebro esa energía que emana de ti y compartes. Ahí es donde radica lo que queda de esa humanidad digna de conservarse.
Hola Javier, muchas gracias por tomarte el tiempo de compartir tu opinión de forma tan sincera y bien explicada. ¿Sabes? La profunda aceptación desde la que te expresas es algo sanador, y creo que muy necesario para estos tiempos. Me ha recordado a un movimiento que empezó hace unos años a partir de la publicación de un paper sobre el cambio climático, "Deep Adaptation" se llamaba. Todo el movimiento se basa en la aceptación de la realidad de que, probablemente, nuestra sociedad va a colapsar tal y como la conocemos en los próximos años/décadas, debido a todos los cambios medioambientales que el planeta está sufriendo. (Y yo añadiría que también debido a la crisis de valores humanos que arrastramos desde hace tiempo).
Pero que probablemente todo este tinglado se vaya a desmoronar bajo el peso de tanta mierda insostenible no significa que *todo* se vaya a destruir, incluyendo en esto a nuestra especie. De hecho, el derrumbe podría ser menos doloroso para todos, y la posterior reconstrucción de algo distinto menos complicada, si desde ahora mismo quienes tenemos ciertas ideas de cómo podrían hacerse las cosas lo transmitiésemos al resto.
Cada vez veo más claro que las personas con un mayor nivel de consciencia tenemos una responsabilidad que asumir respecto a lo que está pasando a nivel global. Y no porque haya un decreto "divino" que lo ordene, sino porque somos los únicos que podemos hacer realmente algo que cambie las cosas. El resto no puede, Javier. No saben. Y no quieren, pero porque no acaban de entender las repercusiones de su no querer.
Una de las cosas que he comprendido en los últimos años, es que la mayor parte de la gente (y te hablo de una GRAN, GRAN parte) no piensa por sí misma, ni actúa movida por su conciencia. La mayor parte de la gente se mueve en base a la necesidad de pertenecer, es decir, hacen lo que la mayoría. Hacen lo que pueden, con lo que tienen de autoconsciencia.
Pero no es que sean mala gente, es que no han desarrollado una autonomía psicológica (aunque a todo el mundo le guste creer que sus opiniones son de su autoría, y que sus actos son elegidos libremente).
La mayor parte de la Humanidad necesita una guía, al menos en este momento o fase de nuestra evolución colectiva. Y a quiénes tienen de guías? ¿Qué ejemplos siguen, qué valores rigen a la sociedad actual?
No sé Javier, estoy muy de acuerdo en que la aceptación radical es la base para poder vivir con consciencia en estos tiempos. No es saludable vivir soliviantados, ni aterrorizados, ni amargados. Y es cierto que, al ampliar mucho el foco, nos damos cuenta de que todo es cíclico, y todo es relativo. Ni el ser humano es importante, ni tampoco creo que ésta sea la primera gran crisis que vive nuestra especie.
Pero ¿y si utilizásemos esa profunda aceptación para dar pasos hacia algo positivo? La aceptación de Lo Que Es y la acción consciente no son mutuamente excluyentes, y de hecho, son la unión de los opuestos complementarios. Es el famoso Wu-wei, la acción sin expectativas.
No sé, ahí lo dejo... 😌
Mil gracias de nuevo por tu cariñosa respuesta (y lectura). Es un lujo tenerte por aquí de receptor de mis "movidas". 😄 Un gran abrazo.
Entiendo lo que dices, Clara, incluyendo lo que comentas en otras respuestas. Es una visión muy optimista y hermosa, pero también un tanto idealizada.
Yo lo veo desde otro punto:
No considero que solo exista la opción de vivir en paz teniendo esperanza. Desde mi perspectiva, entiendo que se puede vivir sin ella y no caer en la depresión ni abrazar el nihilismo. No hay por qué pensar que todo es oscuro y que no se pueda disfrutar lo que nos ofrece la vida. Puedo disfrutar de un anochecer, de una sonrisa o de una conversación, tenga o no esperanza en que la humanidad prospere. La vida contiene a la humanidad, no la humanidad a la vida. Y existen otras especies.
Llevas razón en que las personas conscientes tienen cierta responsabilidad, es una cuestión innegable. Sin embargo, considero que el sacrificio no tiene por qué entrar en nuestros planes, ni hay por qué cargarse en la espalda algo que no podemos sobrellevar ni nos corresponde.
Podemos compartir ideas, reflexiones, ofrecer nuestro arte, explicar a quien quiere entender algo... Pero no podemos intentar convencer a quienes no escuchan ni quieren ser convencidos. Es así de crudo. Porque no hablamos de convencer sobre una ideología, sino de que el barco se va a pique.
Desde ese enfoque, la primera sensación que le viene a alguien que es consciente de ello es convencer a los demás para que el barco no se hunda. Pero el problema humano es que la gente no quiere entender algo tan "negativo" o que implique responsabilizarse, salir de su zona de confort. Por lo tanto, niegan que el barco se hunde, igual que negarían que las llamas de una casa la destruyen por completo. En este caso, sería como si alguien gritase que hay fuego y otros no quisieran aceptar que es así hasta que fuese demasiado tarde.
Vivimos en una época donde el hedonismo se ha hecho fuerte, y se ha comprado el discurso de "vivir la vida, que son dos días" sin que a casi nadie le importen las consecuencias. Ese intento de ser "feliz" hace fuerte a un sistema que está devorándolo todo, ya que de forma inconsciente está siendo alimentado. Los políticos actuales son una consecuencia; son la basura que flota y lo primero que se ve. Son aquello sobre lo que la gente canaliza su odio, extendiéndolo hacia quienes apoyan a los de un bando u otro. Si bien las decisiones políticas son un desastre en la mayoría de ocasiones, y el poder del capital es quien verdaderamente mueve los hilos, el origen de la crisis es mucho más profundo.
Las consecuencias serán tremendas. El colapso será algo que no ha ocurrido anteriormente porque nunca hubo esta sobrepoblación, que es uno de los principales problemas que acechan a esta forma de sociedad que se intenta sostener.
Tampoco hay garantías de que esa supuesta "reconstrucción", tras la caída, fuese exitosa o enfocada hacia algo mejor. ¿Creer que sí lo será hará que nuestra vida sea mejor actualmente?
Para mí, la lucha no es el camino. De hecho, si pensamos en luchar, tarde o temprano, surgiría la idea de intentar acabar con todos los que trabajan a favor del statu quo y la opresión. Todos y cada uno de ellos sobrarían. Algo que ya se ha intentado en el pasado, aunque torpemente. Ni siquiera tenemos los recursos para eso. La idea tiene poco recorrido.
Solo queda afrontar lo que somos y lo que tenemos, entendiendo lo que origina el mal y el caos. Eso es lo que yo veo transformador.
Casi todo el mundo parece muy "bueno" porque paga sus impuestos o celebra la Navidad, Semana Santa o los cumpleaños de seres queridos.
Mucha gente tiene la apariencia de tener un buen corazón, pero a la hora de la verdad pueden dejar a alguien en la estacada cuando ven sus supuestos privilegios peligrar, o cuando sienten que sus actos podrían alejarlos de su cultura o de lo que quieren formar parte. En esos casos, aunque sea su indiferencia, puede producir mucho daño, y anteponen sus mierdas materiales o ideológicas a la humanidad. ¿Dónde están ahí los buenos corazones que parecían tener?
Aquellos "inocentes" que se quejan tanto de los políticos los sostienen con sus votos. ¿Tienen buen corazón o son realmente inocentes aquellos que insultan a quienes hacen huelgas? ¿Son simples víctimas quienes etiquetan a un familiar solo por sentir de manera diferente o tener otro tipo de personalidad?
¿Son "gente de bien" aquellos que golpean a sus hijos o los amenazan por no hacer lo que ordenan?
¿Son buenas personas quienes se aprovechan de trabajadores necesitados, explotándolos, o despidiéndolos sin ningún miramiento a las primeras de cambio? O cuando descartan a gente en el proceso de selección, incluso humillándolos... Y todo el dinero ganado actuando de esa forma lo gastan en un capricho o en vacaciones, porque "la vida son dos días y hay que disfrutar".
Muchas de esas personas son las que luego hacen alguna donación, le dan una bicoca a un mendigo, votan a un partido político "por el bien de su país", pagan sus deudas y felicitan el cumpleaños de sus allegados. Aparentes magníficas personas. Sin embargo, son las que alimentan el sistema y, en cualquier momento, te apuñalan por la espalda cuando pueden sacar provecho.
Lamento si parezco muy negativo. No obstante, también soy capaz de ver cosas positivas, como tu carta y las personas con las que vale la pena compartir. Que no es poco.
Es un lujo ser receptor de tus "movidas" y que seas receptora de las mías.
Un abrazo.
Hola Javier! En primer lugar, gracias (de nuevo) por tomarte el tiempo de elaborar una respuesta tan argumentada. Me has dejado pensando sobre qué responder.
En realidad estamos de acuerdo en la base de todo, sabes? La única diferencia es que yo sí veo ciertas cosas que me dan cierta esperanza sobre el futuro.
Pero la verdad es que ni busco, ni mucho menos me aferro a la esperanza. La esperanza ya la perdí en su momento, y logré aceptar todos los futuribles posibles. Incluso el que más dolor y miedo me podría causar: que se destruya toda la biosfera, o incluso el planeta entero. Logré ampliar la mirada lo suficiente como para entender que, si eso pasara, a pesar de que sería una pérdida tristísima, no sería el fin de todo. Hay trillones de planetas habitables por la vida biológica en el Universo, y estoy segura de que la Tierra no es el único en el que se ha desarrollado un ecosistema complejo y hermoso.
Te digo esto para decir que, si logré aceptar incluso esa posible pérdida, logré aceptar la pérdida de toda esperanza. Y de hecho, continúo viviendo en esa aceptación de que, tal vez, ya sea tarde para nosotros. Incluso para gran parte de la biosfera.
Hago hincapié en lo de la aceptación porque siento que es desde ahí que tú te expresas, desde la tranquilidad que da la aceptación de una pérdida antes de que haya sucedido. Y en eso estamos de acuerdo, o más que de acuerdo, sintonizados.
Lo que le dije a Camila sobre que es peligroso perder totalmente la esperanza en realidad me doy cuenta de que no es así para todo el mundo. Creo que para la mayor parte de la gente sí, porque suele llevar a la depresión o a un nihilismo destructivo o negligente.
Pero hablando contigo, y pensando en mi propio caso, me doy cuenta de que dejar ir toda esperanza no tiene por qué ser peligroso para tooodo el mundo. Si esa falta de esperanza va de la mano de una aceptación radical de lo que es y de lo que podría ser, y no excluye la apertura a todo lo hermoso que sigue estando presente, entonces creo que puede ser una opción saludable como otra cualquiera.
Aun así, yo sigo viendo atisbos de esperanza por aquí y por allá. En ciertos movimientos colectivos, y en mi convicción de que la Historia de la humanidad es mucho más amplia de lo que se nos ha dejado saber, y que ésta es cíclica.
Pero ya te digo que, por mi parte, esos atisbos de esperanza no me sacan de mi base sólida de aceptación de que lo que tenga que ser, va a ser.
No sé si ahora he logrado que se entienda mejor mi postura o mi sentir más bien, que es un poco paradójico. Tengo cierta esperanza, pero no la necesito, porque ya me he hecho a la idea de lo peor. Es más bien que ella insiste en colarse en mi interior. 😊
En fin! Te mando un gran abrazo Javier, gracias por este pequeño debate nuestro. Me gusta que me hagan pensar.
Ese es el punto: que mucha gente asocia la esperanza con vivir bien, y no tenerla con vivir mal o autodestruirse. Sin embargo, has explicado muy claramente que no siempre tiene por qué ser de ese modo. Sin un propósito, debe de ser difícil vivir incluso teniendo esperanzas en algo... Mucha gente cree en el paraíso o en la resurrección, y no parece que eso garantice una vida feliz ni ser buena persona.
Me gusta esa amplitud de miras, y estoy muy de acuerdo en la cuestión de los mundos habitables.
Gracias por tu honesta y razonada respuesta.
Un abrazo "neptuniano".
Buen punto... "Mucha gente cree en el paraíso o en la resurrección, y no parece que eso garantice una vida feliz". Supongo que la cosa no es si se tiene esperanza o no, sino qué se hace con ella, para qué se usa.
Otro abrazo pa'ti. 😊💜